La París Niza vivió un miércoles de locura, en una cuarta etapa que trajo mucha polémica y que dejó críticas para la organización, disputas entre los corredores y un equipo señalado: Movistar Team. En lo que respecta al desenlace de la misma, la victoria fue para el ciclista portugués Joao Alemida (UAE Team Emirates-XRG), quien se impuso en La Loge des Gardestras batir en la línea de meta al danés Jonas Vingegaard (Team Visma | Lease a Bike), quien, a su vez, se convertía en el nuevo líder de la carrera.
Fue una jornada dantesca que tuvo que ser neutralizada por las condiciones climatológicas. Y eso fue lo que creó la polémica de la que tanto se ha hablado en las horas siguientes. Un motociclista de la organización tuvo un accidente bajo la intensa lluvia y eso provocó la neutralización durante unos kilómetros. Durante ese tiempo, con rodaje intermitente, varios ciclistas se subieron a los coches de sus equipos para resguardarse del frío y, cuando faltaban 30 kilómetros, la organización hizo esperar a los que querían seguir para organizar el pelotón antes de volver a dar la salida, respetando sólo una parte de la ventaja -dos minutos y medio- que llevaban ocho escapados cuando la prueba se neutralizó.
Eso provocó las protestas y todo el lío. Por un lado, por no respetar esa distancia. Y, por otro, por esperar a los corredores que se habían resguardado en los coches y no habían seguido rodando. En ese sentido, Movistar Team lanzó al grupo y tuvo que ser frenado por la organización para esperar a esos corredores. Pese a su juventud, el campeón del mundo sub23 Iván Romeo fue la voz cantante. Ante las cámaras se le oyó claramente decir. "No es nuestro problema, nosotros ya paramos. Si ellos no están aquí, no es mi problema", indicaba enfadado.
Romeo, tras la reanudación, trató de montar una escapada junto al otro joven del Movistar Team con el que está coincidiendo en todas las carreras en este inicio de temporada, Pablo Castrillo. Aunque ésta no llegó a buen puerto. Como tampoco lo fue la de los ocho escapados cuando la carrera se detuvo, a los que se les había dado cierta ventaja.
Con el grupo reunido, el ataque final llegó a cargo de Vingegaard a falta de 2 kilómetros, pero cuando parecía que ya tenía la victoria, el portugués Almeida le sobrepasó a pocos metros de la línea de meta.
Las posteriores declaraciones para explicar lo sucedido acusan a la organización, pero también al Movistar Team de insolidario por el ataque. “Movistar abrió el gas de inmediato. Había gente todavía entre los coches, cambiándose. La solidaridad fue cero. ¡Fue una farsa!”, se quejó Oliver Naesen, representante de la Asociación de ciclistas profesionales, en IDL. “Asumes que se para y luego corren y hay tres pelotones. (...) Pienso en Ben O´Connor o Aleksandr Vlasov”, añade el ciclista del Decathlon, que apoya a la organización por parar al Movistar y esperar a los ciclistas 'resguardados', pese a que estos habían tenido esa ventaja.