Cuando Jordi Ribera dio la lista definitiva para el Mundial de balonmano, sólo cuatro jugadores que militaban en equipo españoles aparecían en ella y, de estos, sólo Víctor Romero, habitual descarte de los Hispanos en la cita mundialista no jugaba en el Barça. A ellos se unió el máximo goleador de la Liga Asobal, Carlos Álvarez, que actualmente milita en el Ademar de León, pero que ya sabe que estará con Jan Gurri la próxima temporada en el Sporting de Portugal.
Es la tónica habitual en el balonmano español, que cuando un joven sobresale acaba saliendo a otros campeonatos que, no hace mucho, no podían hacer sombra a la Liga Asobal. Jóvenes como Jan Gurri, Ian Barrufet o Djordje Cikusa se foguean en el extranjero y el 'saqueo' de la Asobal no para. Tras Carlos Álvarez, el próximo en anunciar su marcha al extranjero es el portero del Fraikin BM Granollers Roberto Rodríguez.
El meta, de 24 años, jugará la próxima temporada en el equipo francés del Chambéry Savoie Handball, que ha pagado su cláusula de rescisión. Rodríguez es una de las más firmes promesas del balonmano español y ya se despedía hace unos días de su equipo, con el que terminará la presente temporada. "Solamente tengo palabras de agradecimiento para un club que desde el día 1 me ha acogido como si fuera mi casa. Todo el cuerpo técnico y mis compañeros me han ayudado a seguir creciendo como jugador y persona, a la vez que disfrutaba haciendo lo que más nos gusta. Tengo muchas ganas de despedir el club de la mejor forma, cumpliendo todos los objetivos marcados para esta segunda vuelta. ¡Pit i collons!", publicaba Roberto Rodríguez, meta sevillano formado en la cantera del BM Montequinto y que llegó al Granollers hace dos años procedente del TM Benidorm.
El equipo vallesano no ha esperado a ver qué ocurría y ya ha anunciado quien será su sustituto. Será el hijo de un exjugador del club, Luka Krivokapic, que llega cedido por el TVB 1898 Stuttgart alemán. Marko Krivokapic jugó en el Granollers a principios de siglo, luego ficharía por el BM Aragón y se retiraría en Valladolid. Ahora, está de ayudante en el SC Pick Szeged húngaro mientras sigue de cerca la prometedora carrera de su hijo.
Luka Krivokapic, a sus 22 años, no necesitará adaptación, ya que vivió su niñez en España y, de hecho, ya jugó el pasado año en el Fertiberia Puerto Sagunto y lo hará de nuevo la segunda parte de esta temporada, también cedido, en el Frigoríficos Morrazo.
"Mis primeros recuerdos en España son en esta ciudad y en el Palau. Volver ahora como jugador significa mucho para mí. Tengo muchas ganas de empezar y darlo todo por estos colores", explicaba el portero serbio, quien ya recibía la bienvenida del que será su técnico en Granollers. "Luka es un jugador con mucho talento y mucha proyección. Un portero joven con mucha capacidad de mejora. Además, es un jugador muy trabajador, con unos números y unas actuaciones de mucho nivel. Creo que su incorporación es muy positiva para el equipo", afirma Antonio Rama.