Ya está aquí septiembre, un mes que es el verdadero inicio del año para muchas cosas. La vuelta al cole, el fin del verano y el inicio de los nuevos cursos en muchos aspectos de la vida, y en lo deportivo no es diferente. Pese a que en los últimos años el fútbol ha pasado de sus habituales inicios en septiembre y ahora, lo mucho antes de eso, a mitad de agosto y de hecho ya está en marcha la cuarta jornada de las grande ligas. Pero no es el caso del fútbol americano, pues ahora es el momento de que arranque la NFL, y lo hará este jueves en Brasil, antes de que el domingo llegue el grueso de la primera jornada. Pero unos días antes la liga ha amanecido consternada por un suceso muy duro, que ha afectado a Ricky Pearsall, rookie de los San Francisco 49ers.
El receptor de la Universidad de Florida fue la gran apuesta de los de Kyle Shanahan en la primera ronda del draft, concretamente en el puesto 31 que les correspondía tras perder la Super Bowl ante los Kansas City Chiefs. Pues bien, el jugador no estaba teniendo suerte en la pretemporada por culpa de las lesiones, y ahora ha tenido un problema que la va a afectar mucho. Y es que mientras estaba por las calles de la ciudad californiana ha tenido la mala suerte de toparse con un intento de robo, en el que el autor ha disparado contra él.
Tal y como ha informado el Departamento de Policía de San Francisco, el asaltante intentó robarle su reloj, un rolex, lo que provocó un forcejeo que culminó con un disparo en el pecho del jugador. Y según las autoridades locales, Pearsall, de 23 años, se encuentra en “condición seria” pero estable. Las autoridades indicaron que el agresor también resultó herido durante el altercado y fue arrestado en la escena. Ambos, Pearsall y el sospechoso, fueron trasladados al hospital donde están recibiendo atención médica. Hasta el momento, la policía no ha proporcionado más detalles sobre la identidad del asaltante, pero confirmaron que está bajo custodia.
El equipo californiano ha pedido respeto por la privacidad del jugador y su familia. “Nuestros pensamientos y oraciones están con Ricky y toda la familia Pearsall”. Mientras que su compañero, el receptor Deebo Samuel, también usó las redes sociales para confirmar que, afortunadamente, Pearsall estaba "bien" después del incidente. Lo que parece claro es que no estará el lunes, cuando los de la Bahía debutan contra los New York Jets, en el primer Monday Night del curso.