La trayectoria inmaculada de España en el Mundial de Balonmano femenino se ha visto cortada de raíz en el duelo decisivo, el que iba a marcar su presencia en cuartos de final. Ante la República Checa, ganar daba el pase directo entre los ocho mejores y, además, tenía como premio casi asegurar su presencia en el Preolímpico para París 2024. Pero las Guerreras cayeron y ahora, incluso ganando el último partido ante los Países Bajos les podría no bastar para estar en la siguiente fase del Mundial de Dinamarca, Suecia y Noruega.
El equipo checo fue superior ante un equipo español que aguantó hasta casi el descanso, pero que, salvo una leve reacción en el primer cuarto de hora de la segunda mitad, siempre fue a remolque. Las pupilas de Ambros Martín acabaron tirando la toalla y el marcador final se fue hasta los ocho goles de diferencia, lo que lo complica todo aún más.
Las chicas de Bent Dahl, pese a que se jugaban seguir vivas en este duelo, habían demostrado en los cuatro partidos precedentes que eran un equipo a tener en cuenta. Sólo habían perdido frente a los Países Bajos, pero habían goleado a todos los demás, a veces de forma abultada. Eso hacía que las españolas fueran precavidas y no se confiaran, pero ni eso bastó para plantar cara.
La agresividad con la que empezó el equipo checo dejaba patente que se lo jugaban todo a una carta. Las Guerreras, a diferencia del duelo ante Argentina, salieron muy enchufadas y eso les permitió mantener el equilibrio en esos primeros instantes.
Lideradas en defensa por la portera Petra Kudlackova y dirigidas en ataque por la lateral Marketa Jerabkova, que anotó 9 goles y con la que nunca pudo la defensa hispana, poco a poco fueron llevando al partido a donde querían. España pudo mantenerse, una vez más, gracias a las paradas de la hispano-brasileña Darly Zoqby, pero esta vez no era suficiente. Ni siquiera el debut de Marta López, que nada más entrar marcó un gol y provocó una falta en ataque, cambió la dinámica. El equipo español caía al descanso por 13-9 y empezaba a verle las orejas al lobo.
España corrigió errores en el descanso, pero las checas aguantaron la presión gracias, cómo no, a sus dis pilares, la portera y su goleadora, una Jerabkova que seguía castigando desde lejos. Ambros Martín lo probó todo, varió la defensa e, incluso, cambió de portera, dando entrada a Merche Castellanos. Pero lejos de reaccionar, la distancia no hacía sino aumentar. A quince minutos del final era de seis goles y, a diez, de ocho, los que finalmente fueron.
Toca jugársela ante el verdugo en la final del Mundial 2019, Países Bajos, y esperar también que Brasil eche una mano. Todo lo demás significará despedirse del sueño... cuando ya lo rozaban.
República Checa: Kudlackova; Zachova (2), Sustackova (2), Jerabkova (9), Cholevova (8), Mala (7) y Jestribkova -equipo inicial- Novotna (ps), Striskova, Desortova, Stellnerova, Kuxova (1), Julie Frankova (1), Anna Frankova, Dresslerova y Kovarova
España: Zoqbi; Paulina Pérez (6, 5p), Etxeberria (1), Tchaptchet, Lara González, Arcos (3) y Sole López (4) -equipo inicial- Castellanos (ps), Marta López (3), Campos (1), Arderius (1p), Somaza (1), González de Garibay, So Delgado, Gassama (2) y Alicia Fernández.
Marcador cada cinco minutos: 1-1, 5-3, 7-5, 8-6, 9-8, 13-9 (Descanso); 17-11, 19-13, 20-16, 23-17, 27-19 y 30-22.
Árbitros: Hansen y Madsen (DEN). Excluyeron a las checas Dresslerova y Mala.