El eritreo Biniam Girmay (Intermarché) ha escrito otra página de oro para el ciclismo africano con una victoria al esprint en la tercera etapa del Tour de Francia disputada entre Piacenza y Torino, la más larga de la presente edición con un recorrido de 230.8 kilómetros. En la misma, se ha vestido de líder el ecuatoriano Richard Carapaz (EF Education), siendo el primer ecuatoriano que logra enfundarse el maillot amarillo en el Tour de Francia. Sin embargo, otros dos ciclistas han decidido acaparar parte del protagonismo de la jornada y lo han conseguido. Pero para mal.
Concretamente, fueron los noruegos del Uno X, Abrahansem y Kulset, quienes protagonizaron un intento inicial de fuga, rompiendo el ritmo cansino del pelotón. Pero, luego, se arrepintieron y Johannes Kulset se bajó de la bici y esperó sentado en ella a que su compañero terminara de hacer pis.
Y mientras esperaban al pelotón, ya subidos en sus respectivas máquinas, comenzaron a realizar aspavientos, saludaron al público a su paso y acabaron deteniéndose a una orilla, para ver el paso del pelotón como si de dos cicloturistas se tratase. Una sobrada en toda regla que, a buen seguro, les costará un buen de tirón de orejas.
Al concluir la etapa, Biniam Girmay no pudo contener las lágrimas de emoción. Sobre todo, porque 2023 no fue su mejor año: "Una victoria para África. Nunca soñé que podría ganar en el Tour. No lo puedo creer, doy gracias a todos los africanos y eritreos. Ya estamos consiguiendo victorias. Nunca había ganado mi equipo en el Tour. Es una victoria para todos los africanos". Ya en el Giro 2022 hizo historia ganando otra etapa, mientras que en el Mundial sub'23 logró la plata.
El nuevo líder de la general, Carapaz, también reconoció estar viviendo un momento muy emotivo: "Es un sueño para mi, le tengo mucho respeto al Tour, es la mejor carrera. Es algo muy grande, era el primer esprint, había muchos nervios, mucho riego, entre otros el de caerse. Me dejaron a 1 km y todo fue espectacular".
La última jornada íntegra por Italia unió Piacenza, en la llanura del Po, aún en la Emilia Romaña; con Turín, en Piamonte, con los Alpes a la vista. Los favoritos quisieron tregua, y más con el Galibier esperando el martes; y los esprinters estaban llamados a su gran día en Turín, con un escenario sugerente junto al estadio Olímpico, donde juega el Torino.
En la primera de las tres tachuelas del recorrido, en Tortona, el Tour rindió homenaje al legendario Fausto Coppi, quien falleció en dicha localidad en 1960 después de contraer la malaria en Burkina Fasso.