El curso ciclista comenzó en enero en Australia con el Tour Down Under, y ha seguido hasta ahora con diferentes pruebas como el UAE Tour u otras carreras por España, sin embargo, para los puristas el gran momento que da inicio a la temporada ha tenido lugar este sábado. Y es que se ha disputado la primera de las clásicas belgas, la Omloop. El comienzo de una época que va a hacer que durante los próximos meses se corra una y otra vez por las carreteras flamencas, alternando adoquines, piedras y otros obstáculos. Y esta vez, pese a que había favoritos como Wout Van Aert, Thomas Pidcock o Jonathan Narváez, el inesperado triunfador ha sido Soren Waerenskjold.
El noruego del Uno-X Mobility dio la sorpresa con un gran sprint por delante de todos los favoritos en la 80ª edición de la prueba, que ha recorrido 194 kilómetros entre Gante y Ninove. Waerenskjold, de 24 años, fue el mejor en la llegada con un grupo de 30 corredores. Victoria por velocidad, imbatible, por delante del francés Paul Magnier y del belga Jasper Philipsen. Mientras que el gran favorito, el belga Wout Van Aert, pasó por apuros en la segunda parte de la carrera y finalmente no compitió de cerca con los más veloces y se conformó con la undécima plaza.
La prueba que iniciaba el primer fin de semana de clásicas belgas se animó desde el principio con una escapada de 7 hombres. El pelotón permitió la aventura, pero mantenida a raya a los rebeldes en torno a los 4.25 minutos. Aunque en la persecución solo alteró el orden una caída que involucró a Campenaerts, Kung y Ryan Mullen. A falta de 55 km para la meta la calma se tornó en agitación permanente. Los primeros movimientos los provocaron el Visma de Van Aert con el joven británico de 19 años Matthew Brennan, Heiduk y Van Dijke.
Ahí fue cuando entraron en liza los equipos World Tour, atentos a las cotas del último tercio, donde se suele decidir la carrera. El Ineos lanzó en fuga a Joshua Tarling, su gran especialista en la contrarreloj y que sentenció a los fugados al reducir la renta al minuto escaso a falta de 46 km para la meta de Ninove. Los equipos de los favoritos ya se movían atentos a cualquier movimiento. Y en uno de ellos quedó descolgado del grupo Van Aert, obligado a perseguir mientras Tarling trataba de enlazar con la fuga.
Delante del astro belga, que perdía medio minuto, rodaban su compañero Matteo Jorgenson, Tom Pidcock y Jasper Philipsen, quienes vieron abrirse una puerta interesante hacia la victoria. A Van Aert le tocó sacrificarse antes de dar por perdida la carrera, tiró del grupo perseguidor hasta que logró la fusión a 30 km de meta. Ahí comenzó la guerra pues los favoritos desbrozaron el grupo principal hasta quedar 10 corredores delante al paso por el Kapelmuur
Y en la hora de la verdad, el momento de los marcajes y de los últimos intentos por llegar en solitario o someterse a la ley del más veloz, el suizo Kung atacó de lejos, confiado en sus dotes de contrarrelojista. Y lo que aprovechó para abrir 15 segundos para la esperanza. A 1,5 de la última pancarta fue atrapado Kung. En la línea de meta el Alpecin lanzó de lejos el esprint para Philipsen, pero en la recta de meta se puso delante Waerenskjold, aguantó los ataques de los rivales y levantó por sorpresa los brazos como ganador en el estreno de las clásicas belgas..
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