La sequía de victorias españolas en el Tour de Francia llegó a su fin en la décima etapa, 101 etapas después del último triunfo, logrado por Omar Fraile en 2018. Esta vez fue el ciclista vizcaíno Pello Bilbao, del equipo Bahrain Victorious, quien puso fin a esa racha con una emocionante victoria en la etapa disputada entre Vulcania e Issoire, que abarcó un recorrido de 167,2 km. Aunque Bilbao se llevó la victoria, el danés Jonas Vingegaard del equipo Jumbo Visma mantuvo el maillot amarillo.
En una llegada de infarto en Issoire, conocida como 'La Toscana de Auvernia', Bilbao se impuso en el sprint final ante otros cuatro corredores que disputaban la victoria: el alemán Georg Zimmermann del Intermarché y el australiano Ben O'Connor del Ag2r. Para Bilbao, esta victoria significó más que un simple logro personal, ya que dedicó el triunfo a su compañero suizo Gino Mader, quien trágicamente perdió la vida en la Vuelta a Suiza.
"Esta victoria en para Gino Mader. Me metí en la escapada no pensando en la general, sino en el triunfo de etapa, que era lo que estábamos buscando", afirmó Bilbao. Después de 101 etapas sin victorias españolas en el Tour, el nombre de Pello Bilbao quedó grabado en la historia de la 'Grande Boucle', siguiendo los pasos de su paisano Omar Fraile, también vizcaíno, quien fue el último español en conseguir una victoria en el Tour en la etapa de Mende en 2018.
La décima etapa estuvo llena de emoción y movimiento desde el principio hasta el final, incluso entre los favoritos, aunque todos ellos llegaron a salvo a la meta. Vingegaard logró mantener el maillot amarillo, seguido de cerca por el esloveno Tadej Pogacar a 17 segundos, Jai Hindley a 2 minutos y 40 segundos, Carlos Rodríguez a 4 minutos y 22 segundos, y el propio Pello Bilbao en el quinto lugar a 4 minutos y 35 segundos. Ahora, dos españoles se encuentran en el top 5 de la clasificación general, una situación interesante en el desarrollo del Tour.
La etapa comenzó de manera explosiva en Vulcania, cerca del parque temático europeo del volcanismo, en la región de Auvernia. Fue una etapa propicia para la aventura, con un perfil ondulado, 5 puertos de montaña y ninguna sección llana, además de un intenso calor. Se formó rápidamente un grupo de escapados compuesto por 20 corredores, que luego se unieron Vingegaard y Pogacar, vigilándose mutuamente. Esta maniobra obligó al equipo Ineos a trabajar duro al frente del pelotón, ya que Carlos Rodríguez no estaba incluido en la escapada.
El caos reinó durante toda la etapa, con todos los corredores tratando de alterar el orden establecido, como si tuvieran energías de sobra después del día de descanso. Sin embargo, en el ascenso al Col de Guéry, Vingegaard y Pogacar bajaron el ritmo, dejando que los aventureros se disputaran las oportunidades a más de 140 km de la meta, desafiando las altas temperaturas.
Finalmente, se formó una fuga interesante en la subida a la Croix Saint-Robert, con 14 corredores, entre ellos Pello Bilbao, Antonio Pedrero, Julian Alaphilippe, Warren Barguil y Esteban Chaves. El pelotón permitió que la escapada se mantuviera a una distancia de 2 minutos y 20 segundos, a 51 km de la meta. Sin embargo, el equipo del líder Van der Poel comenzó a reducir la brecha pensando en las posibilidades de victoria al sprint para su compañero Philipsen.
A 3,2 km de la meta, el grupo de perseguidores alcanzó al solitario Neilands, y fue en ese momento que comenzó la batalla final. O'Connor atacó a 1,7 km, pero Bilbao y Zimmermann lo atraparon. Los tres corredores se marcaron mutuamente mientras otros tres se acercaban en busca de la victoria.
A menos de 250 metros de la línea de meta, Zimmermann lanzó su ataque, pero Bilbao no permitió que se escapara, lo adelantó y cruzó la línea de meta con los brazos en alto. Fue una victoria significativa para Bilbao, quien completó la etapa en 3 horas, 52 minutos y 34 segundos, a una velocidad media de 43,1 km/h. Con esta victoria, Bilbao suma su decimosexto triunfo, incluyendo dos etapas del Giro de Italia. Un gesto simbólico fue dedicar el triunfo a su amigo Gino Mader, reflejando la necesidad de correr de manera diferente.
La undécima etapa, que se disputará entre Clermont Ferrand y Moulins, abarcará una distancia de 179,8 km y ofrecerá una oportunidad para los sprinters antes de que las montañas tomen el protagonismo. En el recorrido se incluyen tres pequeñas subidas de categoría 4.