Francisco Salas3 min lecturaQueda muy poco para ver el estreno de otro español en la UFC, que además no es otro que Aleksandre Topuria. El hermano mayor del campeón del peso pluma de la compañía lleva muchos meses postergando su estreno desde que se anunciara su 'fichaje' hace casi un año, pero al fin ya es oficial y será el próximo 8 de febrero en el UFC 312 de Sydney, donde tendrá la muy difícil tarea de pelear ante un luchador local como Cody Haddon, que tiene mejor récord que él y más experiencia. Será en el peso gallo y Alek tratará de sobreponerse a todo el tiempo que lleva sin entrar a la jaula.
Siempre se ha dicho que el mayor de los Topuria es una joya en bruto y que tiene el mismo talento que Ilia, solo que habilidades algo distintas. Es un luchador un poco más pequeño y compacto, que destaca más en el suelo y en su lucha que en el 'striking', sin embargo, quienes lo han visto pelear recientemente hablan de que tiene el nivel para luchar por absolutamente todo y más pronto que tarde podría ser un problema para cualquiera en la división, que eso sí, es una de las más pobladas de la compañía.
'El Conquistador' tiene un récord profesional de 5 a 1 forjado en las promotoras españolas y europeas, pero dejó de lado todo para centrarse en otro objetivo como ayudar a su hermano, y le ha ido muy bien. Junto a los Climent actúa como entrenador de Ilia, pero ahora es su momento y va a tratar de conseguir un nuevo título para España. Aunque para eso queda mucho, ya que lo primero es debutar con victoria y convencer a Dana White.
"Estoy super emocionado con este combate, va a haber fuegos artificiales". Así de claro tiene Cody Haddon, el rival de Aleksandre, lo que va a pasar en Sydney el 8 de febrero. Y es que el 'aussie' ya sabe lo que es hacerlo muy bien en la compañía, ya que se ganó un contrato en el Dana White Contender Series con una gran finalización y en su estreno oficial, en octubre ante Dan Argueta, volvió a dejar claero su peligro acabando también antes de tiempo. Sin embargo, no lo va a tener tan fácil contra alguien como el hispano georgiano, cuyo fuerte precisamente es la lucha y está acostumbrado a entrenar con algunos de los mejores libra por libra.