Kasia Niewiadoma se lleva el maillot amarillo al ser la nueva ganadora del Tour de Francia femenino. La ciclista polaca ha alcanzado la victoria por sólo cuatro segundos de diferencia respecto a la segunda clasificada, Demi Vollering. La neerlandesa ha firmado una auténtica exhibición en la última etapa del Tour, pero se le escapó la victoria por unos segundos que no fue capaz de recuperar tras una caída en la quinta etapa. Pauliena Rooijakkers completó el podio en la tercera posición.
Demi Vollering llevaba un ritmo increíble en esta carrera, y sólo Pauliena Rooijakkers, que también ocupaba las primeras posiciones de la tabla, fue capaz de seguirle el paso, aunque guardando las distancias. Pero la neerlandesa no contó con la ayuda de su compañera, mientras que Niewiadoma encontró en Lucinda Brand a la aliada perfecta. De esta manera, la polaca, que llegaba líder de la clasificación general, consiguió finalizar la prueba con un crono suficiente para llevarse la victoria.
Esta victoria no ha sido nada fácil para la polaca. Al cruzar la meta y descubrir que era la ganadora, Niewiadoma se tiró al suelo, fruto del cansancio y la emoción, y comenzó a llorar. Cuando se volvió a levantar fue para alzar su bicicleta. Algo similar le pasó a Vollering, pero justo con la emoción contraria, ya que vio como su titánico esfuerzo no había servido para alcanzar el primer puesto.
Una vez finalizada la carrera, la ganadora afirmó que "En Alpe d'Huez, sabía que solo tenía que mantener un ritmo inteligente y dar lo mejor de mí en los últimos cinco kilómetros. Para ser honesta, perdí la fe de que todavía podía lograrlo y la radio no paraba de gritar en los últimos dos kilómetros. He pasado por un momento tan terrible en la subida, ¡lo odiaba todo! Pero se me olvidó cuando crucé la meta y supe que había ganado el Tour. Es alucinante"
También ha explicado lo mal que lo ha pasado a nivel emocional y lo dura que es esta carrera por etapas: "Definitivamente perdí la confianza. Me sentí muy mal en ese momento, mental y físicamente. No fue fácil. Pero luego, en el descenso, volví a sacar fuerzas. A veces sucede cuando te rompes, pero luego solo necesitas un momento de relajación para recuperar tu poder. Comí todo lo que tenía, bebí mucho líquido y luego me dije: 'Vale, estoy lista para apretar de nuevo". Y con esta mentalidad ha logrado ser la vencedora de una de las carreras más prestigiosas del ciclismo, el Tour de Francia.