Mireia Belmonte no tendrá un gran recuerdo de 2024. La nadadora catalana despedía 2023 con unas palabras de ilusión que se han ido apagando poco a poco. Entonces acababa de reaparecer tras sus múltiples lesiones y se ponía como meta hacer alguna mínima antes del verano y poder competir en los que podían ser sus últimos Juegos Olímpicos. No lo logró.
Tampoco pudo hacerse con una plaza en la selección española en los recientes campeonatos del mundo de piscina corta que tan buenos resultados han dado al conjunto español. Pese a ello, según desvelaba hace unos días, no se rinde y su objetivo ahora es poder estar en el Mundial de Singapur del próximo año. "Mi fallo el año pasado fue que cuando estaba un poco mejor el hombro quería hacer muchas cosas y eso, después, tenía sus consecuencias. Por eso hubo tantos altibajos”, admitía entonces Belmonte.
La catalana se resarcía hace una semana al imponerse en la Copa Nadal de Barcelona, en su 115ª edición, y ahora mira para atrás y asume las limitaciones que le han llevado a esta situación.
"Mis tiempos los marcaba el hombro. He escuchado mucho al hombro de decir: 'Hoy puedo, hoy no puedo, hoy me tengo que exigir más, hoy no puedo exigirme tanto...' Para mí es que el termómetro era el hombro este año y no me he agobiado por no llegar a una competición o a otra, sino que yo pensaba: 'Si tengo que nadar, pues nadaré; y si no, pues no'. Ya está. Al final, si tienes mucha presión, las cosas no salen tanto. Entonces tienes que fluir un poco más y adaptarte a lo que puedes hacer", reconoce la campeona olímpica en una entrevista con Europa Press, quien admitía que por eso y por su ausencia en los Juegos de París, había sido un año muy duro.
"Ha sido más una cosa personal por el hecho de que para mí ha sido muy duro no poder nadar durante un año o un año y pocos meses, y solo poder hacer piernas. Para mí eso mentalmente ha sido lo más duro", advierte Belmonte, quien asumió desde muy pronto que no daba para más: "Si hubiera hecho la mínima para los Juegos, habría sido un milagro. Lo veía muy difícil, pero como yo hasta que no lo veo claro de que no va a pasar, no me rindo y me empeño hasta el final... Pero ahora, gracias a Dios, estoy mucho mejor, estoy muy contenta y entrenando", avisa.
Mireia Belmonte ratifica que, tras demostrarse en la Copa Nadal y en los entrenamientos que va a más, su objetivo de ir al Mundial sí lo ve más factible. "Voy mejor, la verdad que sí, porque lo tengo -el hombro- mucho más fuerte. Ya puedo hacer entrenamientos de 7 kilómetros, que antes no podía hacer ni uno casi. También se pierde mucho el trabajo, sobre todo de aeróbico, de fondo, de cosas que necesitas entrenarlas. Y yo, claro, después de un año sin hacerlo, pues he perdido mucho de eso. Pero poco a poco lo estoy recuperando y estoy muy contenta", reitera la nadadora catalana, que también señala cuál es su meta: Singapur el Mundial "de piscina de 50".