La lucha contra el dopaje ha sido siempre uno de los caballos de batalla del deporte mundial, porque es demasiado habitual ver a grandes deportistas dar positivo, y aunque hay algunas disciplinas como el ciclismo o el atletismo, donde es cierto que es más común, realmente no se libra casi ninguna. Además, hay una vara de medir diferente en según que países, por lo que no es extraño que las delegaciones más importantes como las de Estados Unidos, hagan mucho seguimiento para evitarlo, y luego haya otras más 'laxas'. Y por eso se ha pronunciado contra ello uno de los más grandes de la historia, el nadador estadounidense Michael Phelps.
La leyenda del olimpismo testificó la tarde del martes en el Congreso de los Estados Unidos para criticar a la Agencia Mundial Antidopaje por aplicar las normas de manera inconsistente, generar frustración en atletas que no se dopan y, dijo, permitir que casos positivos, como con China, sigan compitiendo. El exnadador, máximo medallista de la historia de los Juegos con 28 preseas, compareció en un subcomité de Energía y Comercio del Congreso junto con la campeona olímpica de natación Allison Schmitt y describió los esfuerzos que tuvo que realizar para no dar positivo por dopaje, mientras que, según cree, deportistas de China y Rusia pueden esquivar las normas antidopaje y seguir compitiendo.
"Tenemos que responsabilizarles por lo que hacen. Viven en una isla", explicó Phelps, con 23 oros olímpicos, sobre la Agencia Mundial Antidopaje. Y es que los medallistas criticaron a esta organización por dejar competir en París a once nadadores chinos que dieron positivo antes de los JJ.OO. de Tokio. La Agencia consideró que se trataba de una contaminación accidental. "Si seguimos así y dejamos que esto empeore, puede que los Juegos Olímpicos no interesen", apuntó Phelps ante los congresistas.
Legisladores de ambos partidos consideraron que si eso es lo que está sucediendo, Estados Unidos debería dejar de financiar a la agencia antidopaje, en la que el país norteamericano es el mayor contribuyente. Phelps aseguró que en un año tuvo que someterse a 150 pruebas antidopaje, mientras otras delegaciones solo fueron controladas 30 o 40 veces. "Competimos duro, seguimos los protocolos y aceptamos nuestras derrotas con gracia", señaló Schmitt. No es descartable que ahora, después de París 2024, se multipliquen los casos, y durante los años venideros veamos como se tienen que reasignar medallas, o como cambia lo que vemos por culpa de las trampas de algunos 'indeseables'.