Los Juegos Olímpicos es el mayor evento multidisciplinar del mundo. Durante dos semanas se celebran competiciones de los deportes más relevantes a la que acuden los mejores atletas del mundo para competir por las medallas. La llama olímpica es el símbolo por excelencia de los Juegos. Para entender todo el significado de estos Juegos y sus tradiciones es necesario remontarse a sus inicios. Fue Grecia la cuna de este evento. Desde Olimpia, los relevistas llevaban la antorcha olímpica hasta el lugar en el que se celebraba cada edición de la competición. La llama se enciende en una ceremonia en la que se usa un espejo parabólico para concentrar los rayos de sol.
Esta llama se prende para simbolizar el inicio de una nueva edición de los Juegos Olímpicos. El último tramo en el recorrido de la antorcha olímpica, que viaja por muchos países hasta llegar a su destino, es la llegada a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y su colocación en el pebetero. Este acto señala el inicio de la competición más prestigiosa del mundo. Por el contrario, el apagado de este fuego significa el fin de los Juegos y la clausura del evento, dando paso así a un nuevo período de olimpiadas hasta que vuelvan a pasar otros cuatro años.
El Comité responsable de acoger el evento ese año es el encargado de poner a disposición del Comité Olímpico Internacional 40 antorchas para el recorrido por varios países hasta su llegada a la sede. Estas antorchas las trasladan distintos portadores a través de relevos hasta llegar al estadio en el que se celebra el acto de inauguración. Este año, a diferencia de la tradición, la ceremonia de apertura no será en un estadio, sino a orillas del Río Sena. Las antorchas también son una expresión de la cultura del país anfitrión. Cada edición se diseña esta antorcha con una estética clásica a la vez que con pequeñas innovaciones que representen al país que acoge los Juegos.
El origen de la llama olímpica
Esta tradición proviene de la Antigua Grecia, de las primeras celebraciones de estos juegos. El significado del encendido de la antorcha proviene de un mito griego, concretamente el de Prometeo. El titán griego quiso que los seres humanos no tuvieran tanta desventaja frente a los dioses, y para que pudieran vivir mejor les entregó el fuego que obtuvo del carro de Helios, dios del Sol, pese a la oposición de Zeus.
Ya en los tiempos actuales, se incorporó el encendido de la llama olímpica como homenaje a los antiguos Juegos. Además, el relevo de la antorcha tiene el objetivo de promover la paz y unión entre naciones. Lo más importante de la celebración de estos juegos, además de la competición entre los mejores atletas, es transmitir los valores del deporte y propagar el espíritu olímpico. A lo largo del trayecto de esta llama, se busca transmitir una idea de unión y fraternidad entre las ciudades y países. Fue en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 cuando se incorporó el relevo de la antorcha.
Cuándo se enciende y se apaga la llama olímpica
El relevo de la antorcha olímpica es toda una tradición que sirve para conservar las raíces de los Juegos Olímpicos. En la XXXIII celebración de los Juegos Olímpicos, la llama se encendió el 16 de abril de 2024 en Grecia. Siguiendo la tradición se prendió esta llama con los rayos del sol, en una ceremonia que tuvo lugar en el santuario de Olimpia.
Tras este encendido comenzó el trayecto que conducirá a la antorcha hasta la capital francesa. La primera parada fue en Atenas, para embarcar en un velero y cruzar el mar Mediterráneo. El 8 de mayo llegó a Francia, y desde Marsella comenzó el camino por las distintas ciudades del país anfitrión hasta la capital. El 26 de agosto, día que inician los Juegos Olímpicos, se encenderá esta llama en París dando comienzo oficialmente al inicio de esta competición.