El Premier Padel de Riad trajo consigo la separación de la pareja que ha dominado el pádel mundial en los últimos años, Ale Galán y Juan Lebrón, cuando tras perder frente a Javi Garrido y Mike Yanguas, al andaluz se le fue de la manos la competitividad y además de encararse con sus rivales acusándoles de todo lo que se le ocurrió, estuvo a punto de agredir a Juani Mieres, el entrenador de la joven pareja, lo que provocó que Galán decidiera poner fin a una unión que ya estuvo en la cuerda floja en verano. Esto ha desatado un cisma en el circuito con muchos cambios de pareja, pero también ha obligado a que el P1 de Acapulco sea el último e incómodo baile de los ex número 1, que regaló en cuartos de final la reedición del duelo de Arabia, donde otra vez Juan Lebrón fue el protagonista.
Si el día de la bronca que acabó con el proyecto Yanguas y Garrido fueron capaces de sacar de quicio a sus rivales, esta vez fue imposible. Desde la primera bola se mostraron fuertísimos tanto Galán como Lebrón, masacrando con la pegada y defendiendo con maestría, y aunque el primer set tuvo emoción hasta el final, el segundo no tanto, y acabó el duelo rápidamente con un 6-4, 6-2. Pero lo peor vino después, porque Lebrón, que ya había hecho algún comentario a un excitado Yanguas, celebró de forma muy ostensible la victoria, a gritos en la cara de sus rivales, lo que hizo que el malagueño le acusara al momento de faltarle al respeto. Finalmente la cosa no fue a mayores, pero volvió a mostrar la peor cara del gaditano.
Además de Galán y Lebrón, el resto del cuadro masculino ha transcurrido sin sorpresas, con los cuatro primeros cabezas de serie clasificados para unas semifinales que van a hacer las delicias de los espectadores. Los que más sufrieron fueron los 'SuperPibes' que se encontraron más oposición de la esperada en Jon Sanz y Coki Nieto, que les llevaron al tercer set, donde los argentinos se mostraron intratables con un rosco. Mucho menos sufrieron los números 1 Coello y Tapia, que arrasaron a una pareja que también se despide aquí, Chingotto y Momo, a los que vapulearon con un 6-1,6-2. Tampoco tuvieron muchos problemas Paquito navarro y Sanyo Gutiérrez, que se separarán tras Venezuela y están jugando a gran nivel, como mostraron ante Alonso y Arroyo (6-4,6-0), aunque este sábado vivieran un choque de generaciones ante los 1.
Después de unas primeras rondas vibrantes y cargadas de sorpresas en el cuadro femenino, la jornada de cuartos ha sido mucho más tranquila. Para empezar, Alonso y Ustero pasaron por encima (6-2,6.2) de dos rivales que venían crecidas tras sorprender en octavos, Osoro y Goenaga. Mientras que Araujo y Riera demostraron los beneficios de volver a unirse y no dieron ninguna opción (6-4,6-2) a las otras inesperadas del cuadro, Nogueira y Caldera. En el duelo de la experiencia (Sainz-Llaguno) y la juventud (González-Brea) cantaron victoria las número 2, sin muchos problemas (6-2,6-3), y se enfrentarán por un puesto en la final a Jensen y Castelló, que vencieron a Triay y Fernández en tres sets (6-7,6-2,6-2).