El ganador de los dos últimos Tours de Francia, Jonas Vingegaard, sufrió el pasado jueves en la Itzulia una caída bajando que sobrecogió al mundo del deporte, en la que tanto ��l como Remco Evenepoel, Primoz Roglic y varios ciclistas más acabaron por los suelos, dejando unas imágenes muy preocupantes, sobre todo el danés, que yacía en el suelo sin poder moverse y tuvo que ser retirado en camilla y con oxígeno. Las primeras exploraciones detectaron fracturas en la clavícula y en las costillas, pero a lo largo del fin de semana encontraron lo más grave, un neumotórax, por el que ha tenido que pasar por el quirófano.
De esta perforación en el pulmón fue operado ayer lunes, y tras concluir con éxito la cirugía fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Txagorritxu, en Vitoria. En contraposición a los días previos, que había estado en planta, aunque según el parte médico se trata de un procedimiento normal, teniendo en cuenta la gravedad de las heridas y la necesidad de tener al campeón monitorizado tras una operación de esa magnitud. Aunque las predicciones son halagüeñas para su recuperación y una vez se reponga lo suficiente podrá abandonar el centro vasco esta semana, pero eso sí, también depende también de los seguros médicos.
Lo que si que parece muy complicado es que pueda tratar de conquistar su tercer Tour de Francia consecutivo, porque según ha explicado el director deportivo del Visma Merijn Zeeman a Het Nieuwsblad, la primera parte de la preparación del danés para la ronda francesa ha quedado cancelada y se perderá la concentración en altura de mayo, lo que va cambiar sus planes, pero aún así todo va a depender de que esté bien, porque lo primero en este caso es la salud. "Si va al Tour el camino tendrá que ser otro, y si eso no funciona elegiremos otro escenario, solo irá si está al 100 %”. Otro palo para los neerlandeses, que ya han visto como Van Aert también ha sufrido una lesión grave esta primavera, tras su caída en A Través de Flandes.
Un jueves cualquiera en el país vasco ha podido cambiar todo un año de ciclismo. El que se preveía como uno de los grandes Tours de la historia, con Vingegaard, Pogacar, Evenepoel y Roglic luchando por él cara a cara, se ha complicado mucho. Con el danés casi descartado, el belga recién operado y en caso de llegar, no lo hará al 100%; el del Bora sin lesiones duras, pero con muchas abrasiones, que no le van a afectar para París, pero no va a poder correr en las carreras de Las Árdenas. El que sale ciertamente favorecido, aunque seguro que preferiría ganar con todos en su pico de forma, es Pogacar, quien va a doblar Giro y Tour. Aunque no va a tener a uno de sus grandes lugartenientes, ya que Jay Vine fue quizá el más afectado por el golpe, y se fracturó varias vértebras.