Ya está en marcha la gran carrera del año ciclista, el Tour de Francia, que ayer sábado comenzó con una brutal etapa entre Florencia y Rimini, en una inicio atípico, pero que no defraudó. No hubo protagonismo de los favoritos, pero el triunfo de la escapa del DSM, en la que el mítico Romain Bardet ganó y se vistió de amarillo, reforzó la mística de la Grande Boucle. Todo eso antes de que esta tarde se ponga en juego todo en la segunda jornada, entre Cesenatico y Bolonia, donde parece que gracias al Cote de San Luca, sí que va a ser el momento de que los capos saquen a relucir sus cartas.
Una de las atracciones del día y de estas tres semanas va a ser Jonas Vingegaard, el danés, ganador en 2022 y 2023, viene una caída durísima en la Itzulia, de la que se ha recuperado de milagro, y no esconde que le puede afectar. Pero eso sí, el del Visma está "muy satisfecho" de las sensaciones que tuvo en el debut, y ya mira al futuro, donde espera tener mucho que decir, pero es realista. "Puedo mirar con optimismo las próximas tres semanas. Tengo piernas para luchar por la general, pero por la victoria es otra cosa".
Después de las fracturas y la semana que pasó en cuidados intensivos, el escalador escandinavo reconoció que su preparación no ha sido óptima para defender el título logrado el año pasado y sumar su tercer Tour consecutivo. Pero tampoco esconde su interés sobre la segunda etapa, que incluye en su tramo final los dos ascensos de 1,9 kilómetros al 10,6 %. "Creo que será diferente, mucho más explosiva, con una subida más corta pero menos desgaste durante la jornada". Eso sí va a llegar con mucha confianza tras volver a la competición profesional, y va a depender mucho de como se encuentre desde el principio. "Veremos cómo me siento, trataré de hacerlo lo mejor posible".
El ciclista del Visma lamentó que el trabajo de su equipo no permitiera por 5 segundos tumbar la escapada de Bardet, lo que podía haber dado a su compañero Wout Van Aert el triunfo y el primer maillot amarillo. De hecho, el belga, quien también volvía a la bibicleta, fue el más rápido del sprint del grupo, para finalizar tercero, superando por poco a Tadej Pogacar, que sigue demostrando que es el hombre a batir, hasta el punto de que hoy es claramente la rueda de la que estar pendiente.