El español Jon Rahm cerró este domingo su participación en la 152 edición del Abierto Británico de golf con su mejor vuelta, 68 golpes (-3) para un total de 1 bajo par (283), a seis del líder provisional, el sudafricano Thriston Lawrence.
El vizcaíno se guardó lo mejor para el final, pero la distancia con la cabeza del torneo ya era demasiado grande en el recorrido escocés Royal Troon.
Este domingo el campeón del US Open de 2021 y del Masters de 2023 empezó la cuarta y última vuelta en modo arrollador, con tres birdies seguidos en los tres primeros hoyos, y agregó otro más al 7 para situarse con -4.
Pero en los nueve segundos hoyos, ya con el viento en contra, Jon Rahm se atascó, hizo bogey al 11 y acabó con siete pares seguidos para 68 impactos (3 abajo). En los tres primeros días firmó 73 (+2), 70 (-1) y 72 (+1).
Quedar dentro del top-10 era el objetivo real ayer sábado y se convierte en el único una vez completado su recorrido por el circuito este domingo. Ahora, le toca pensar en los Juegos Olímpicos de París y deber hacerlo con buenas sensaciones tras lo visto en tierras británicas.
“Pensé que si podía llegar a -6 e igualar la mejor vuelta de la semana sería una gran jornada. En los segundos nueve, el viento de izquierda a derecha no ayudaban mucho. Jugué bien en ese tramo, pero no conseguí pegarle tan bien a los hierros para darme buenas oportunidades de birdie. Tuve muchos putts largos, y los cercanos no los metí. Lo que me sabe mal de la semana es que no he hecho ni un birdie en un par 5. No puedo recordar la última vez que quedé top-10 sin un birdie en un par 5, si es que alguna vez ha pasado. De hecho los jugué en tres sobre par”, subrayó Jon haciendo autocrítica de su actuación este domingo.
Pese a ello, el golfista vasco ha dejado patente que está de vuelta. Pese a no poder levantar la Jarra de Clarete, será uno de los serios aspirantes a saborear el metal en la cita olímpica parisina.