Jon Rahm conquistó el año pasado el Masters de Augusta, su segundo 'major' tras el US Open de 2021, y seguramente el torneo más especial para él, ya que el Augusta National es la gran catedral del deporte y ponerse la chaqueta verde es lograr algo que marca una carrera para siempre. Además es un torneo muy importante para el golf español, ya que el de Barrika es el cuarto que lo gana, tras Seve Ballesteros, Jose María Olazábal y Sergio García; y este año buscará volverlo a hacer, aunque la competencia será feroz, y hay algún regreso inesperado que llama la atención.
De nuevo el gran favorito junto a él será Scottie Scheffler, quién viene de ganar recientemente el The Players Championship, aunque hay muchos 'outsiders' que aparecen por detrás como Wyndham Clark, el ganador del último US Open, que está en un momento de forma espectacular. Y tampoco hay que olvidarse de los europeos, como Rory McIlroy, quién siempre está ahí; o Viktor Hovland, el héroe junto a Rahm de la última Ryder Cup, que conquistó el pasado 'Tour Championship', y sigue buscando su primer grande. Pero Augusta es especial y siempre depara sorpresas, y aunque es un campo complicado en el que suelen ganar los mejores, veteranos con experiencia pueden tener su oportunidad, como demostró Phil Mickelson el año pasado. Y en los últimos días se ha conocido que Tiger Woods está mostrando un nivel excelso en la preparación y puede tener mucho que decir en un campo en el que ha ganado cinco veces, la última en 2019, su último gran éxito.Augusta es muy especial para él, tanto que lo asemeja con disputar un partido en el Bernabéu o con jugar una final de Wimbledon en la central del All England Tennis Club. "Da igual las veces que haya jugado, cada día que juego en el Masters de Augusta. Es algo con lo que he soñado toda mi vida y que se hace realidad una vez al año". Este año será especial por varios motivos: el primero porque defiende su título de campeón, y el segundo porque ya no juega el circuito PGA y este será su regreso a la competición contra todos los grandes.
En el LIV la competencia es muy buena, ya que cada vez son más los golfistas que han aceptado el dinero saudí, pero no es lo mismo que en estos torneos, donde no falta nadie. Y eso que en el circuito árabe hay mucho nivel, como se pudo ver en el último torneo en Miami, que Sergio García se quedó a las puertas de ganar, mientras él acabó tercero. Pero el motivo de su marcha fue el dinero, porque le hicieron una oferta cercana a los 600 millones, que lo convierten en el deportista español mejor pagado de la historia.
El torneo arranca este jueves, pero antes va a tener lugar la cena de campeones, donde el último campeón invita a todos los poseedores de la chaqueta verde a degustar un menú de su elección. El vasco se ha aliado con el chef José Andrés para crear un menú español con tortilla, croquetas, lentejas, y muchos productos de la alta gastronomía nacional para agasajar a los mejores golfistas de la historia, en el que es el calentamiento previo a la acción.