Antonio José Medina4 min lecturaJon Rahm perdía hace unos días, por primera vez en cinco años, su puesto entre los diez primeros del ránking mundial de golf. Era algo que tenía asumido desde que a finales del pasado año dio un paso adelante para marcharse del PGA Tour y formar parte del emergente LIV Golf. El circuito norteamericano no tardó en expulsarlo y, con ello, sólo le quedaban los cuatro Majors al español como única posibilidad para poder sumar puntos.
Para entonces, se intuía un acuerdo entre el PGA Tour y el LIV Golf, pero el fichaje de Rahm no ayudó a que se produjera ese entendimiento. El circuito financiado por el fondo saudí trató, con ese fichaje y otros, tener una posición de fuerza y el PGA Tour respondió con dureza elevando su financiación y premios, aparte de otras medidas.
En estos meses, Rahm sólo ha podido compartir campo con los mejores del mundo en esos cuatro grandes y en los Juegos Olímpicos, donde estuvo a un paso de las medallas. Empezó de menos a más en el LIV Golf y, a falta de la gran final, lidera la clasificación individual y se va a jugar en septiembre con el chileno Joaquín Niemann los 18 millones de dólares que se lleva el ganador del circuito. A estas alturas de temporada ya ha ganado más dinero que en todo el año pasado, que obtuvo mejores resultados. Y a eso hay que sumar la parte correspondiente de los más de 500 millones de dólares que firmó con el LIV Golf.
Y, sin embargo, según asegura el diario británico The Mirror, está arrepentido y estaría dispuesto a dar marcha atrás. Y cita para ello a un "experto veterano del Tour", quien asegura en Golf Digest que Jon Rahm está considerando la posibilidad de dar marcha atrás. "Estoy 100 por ciento seguro de que si Jon pudiera devolver el dinero a los saudíes y regresar al tour, no podría firmar el cheque lo suficientemente rápido", publica. Y da las razones por las que estaría dispuesto a hacerlo: "Ahora solo hay cuatro veces al año en las que juega con alguien se muestra mínimamente interesado. Pensó que su estatura en el juego estaba asegurada sin importar dónde jugara y fue un grave error de cálculo", señala esta misma fuente.
Rahm no sólo tiene ese problema, sino también otro añadido: la Ryder Cup. El capitán europeo dio las condiciones para poder acceder al equipo hace unas semanas y el golfista vasco no tendría ninguna posibilidad de ganarse un puesto. Tendría que depender de que Luke Donald, capitán del equipo europeo, le diera una plaza entre las que él tiene para elegir a jugadores que no hayan entrado por ránking.
No obstante, ni los mismos que aseguran que Rahm estaría dispuesto a dar marcha atrás conocen si esa posibilidad existe en su contrato. Aunque se intuye que no. La esperanza es que haya al fin un acuerdo y se acabe la 'guerra del golf'. La han pedido por ambas partes y jugadores tan influyentes como Rory McIlroy, pero de momento las dos partes no ceden y el acuerdo parece lejano.