Jon Rahm se quedó este domingo a un paso de hacer historia y coronarse por cuarta vez como campeón del Open de España. De momento, se mantiene a la altura del mito, Severiano Ballesteros, con tres triunfos después de perder el torneo en el desempate.
El golfista vasco acabó muy contento con el resultado, ya que, en la previa, no apostaba nada por poder estar ahí. Llegó justo antes del inicio, tras una semana sin coger un palo debido a una enfermedad, primero, y al nacimiento de su hija después. Y, sin casi entrenar, se mantuvo cerca de los mejores todo el torneo, igualando con el campeón, Ángel Hidalgo, al final.
Rahm sintió el cariño del público y el apoyo de los aficionados en un torneo en el que fue duda casi hasta el final por el conflicto que hay entre el LIV Golf y el DP World Tour. El circuito europeo le puso una fuertes multas cuando fichó por el circuito auspiciado por el fondo saudí y Jon Rahm se negó a pagarlas. "No soy un gran fan de ellas. No quiero pagarlas", indicaba un Rahm que presionó para estar en Madrid cuando era duda su presencia. "No voy al Open de España por la gloria ni por nada. Creo que es mi deber con el golf español estar en Madrid y también en Sotogrande", señaló entonces.
La organización del torneo metió presión y, finalmente, logró que el español jugara, pero el asunto no ha terminado y ha sido el propio Rahm el que se ha encargado de recordarlo, mandándole un dardito al DP Wold Tour. "Siempre que me dejen pretendo venir, si no vengo es porque alguien no quiere que esté aquí", señala un Jon Rahm que reconoció estar encantado de jugar en España. "Tengo la suerte de estar en esa posición. Ha habido muchos golfistas antes, en este torneo y en otros. Este impacto que tengo ahora es también por lo que he conseguido fuera de España. Tengo la suerte de tener esa posición y es un honor poder venir, es una semana muy divertida", añadía.
"Vengo por mí, porque quiero y porque quiero ganar. Es bonito pensar que mi presencia ayuda al golf español", destacaba el 'León de Barrika', quien ensalzó el triunfo del malagueño Ángel Hidalgo y el hecho de ver a dos españoles luchando por un torneo. "Estamos en Madrid, hay dos españoles, habrá gente para uno y para otro. Ha sido muy divertido. Él también ha tenido mucho apoyo, que es lo que debe ser. Esto ayuda, tener un final así ayuda a que esos niños quieran intentar jugar al golf y vivir momentos como este", afirmó.
Lo que depare el futuro no se sabe, pero su presencia en la próxima Ryder Cup depende de que el DP Wolrd Tour dé su brazo a torcer y deje de poner impedimentos al que es, posiblemente, el mejor jugador del equipo europeo.