El primer torneo de Fede Chingotto y Ale Galán como pareja ha salido seguramente mucho mejor de lo que ambos se imaginaban cuando anunciaron su unión después de que Galán dijera adiós a Juan Lebrón, el que ha sido su socio en la pista durante los últimos años, y con el que se ha ganado un hueco en la historia del pádel. Sin embargo ahora afronta un nuevo proyecto, en el que van a cambiar muchas cosas para el madrileño, empezando por el estilo de juego, como ha demostrado en Puerto Cabello, donde el argentino ha estado más enfocado en la defensa y él se ha podido centrar en atacar desde cualquier posición.
En Venezuela han demostrado que van muy en serio, y gracias a una memorable actuación en cada ronda, destacando un cómodo triunfo ante Stupa y Di Nenno en semifinales, se plantaron en la gran final, donde tenían enfrente al más difícil todavía: los números 1. Tapia y Coello, que este año han levantando los dos primeros torneos en Riad y Acapulco, y que ya dieron la estocada a la unión entre Galán y Lebron, arrasándoles en la última final hace tan solo una semana.
Sin embargo nadie esperaba lo sucedido en Puerto Cabello, donde el partido empezó muy movido, marcado por las lluvias, que obligaron a suspenderlo en el tercer juego. Tras un buen rato de espera, se reanudó la acción y ahí la pareja de más reciente unión sacó la artillería y no dio ninguna opción a los cabezas de serie número 1, a quienes endosaron un abrumador 6 a 2, con un Chingotto infalible desde el fondo, metiéndolo todo e incluso jugándose bolas, mientras que Galán estaba en todos lados, asfixiando a sus rivales y sacando a pasear su potencia muy a menudo.
El golpe fue duro, pero más aún lo fue la reacción de Coello y Tapia, que tras la vuelta del banquillo parecían otros y se sacaron de la manga una rotura rápida para ponerse por delante, y aunque sus rivales seguían apretándoles, ya no era el chaparrón de la primera manga. Aún así tuvieron que remar mucho para lograr el 6 a 3 que igualó la contienda y dejar todo para decidirse en el tercer parcial. Ahí apareció Arturo Coello, el más joven de los cuatro, que sacó todo su repertorio y sangre fría, para echarse a la pareja a la espalda y conseguir mantener vivas las opciones del tercer triunfo seguido. Y lo hizo. De nuevo un 6 a 3 que demostró que saben levantarse tras perder de esa forma tan brusca y que son los mejores.
Ahora llegará un parón de tres semanas hasta el 22 de abril cuando arranque la disputa del P1 de Bruselas, un tiempo en el que Galán y Chingotto podrán afianzar más su unión, ya que solo habían podido entrenar unos pocos días juntos antes de la cita sudamericana. El camino que les queda para desbancar a los jóvenes líderes es largo, pero han demostrado que tienen pádel de sobra para logarlo.