Era de esperar. Cuanto peor son las condiciones, ahí es cuando se ven a los grandes pedaleadores. Y Tadej Pogacar es el mejor, no cabe duda. El esloveno lideró con mucha autoridad hasta llegar a Livigno en la que es la etapa reina del Giro de Italia, la que más dificultad tiene. Pese a la insistencia de Nairo Quintana, Pogacar se coronó como líder absoluto del Giro.
Después de más de 200 kilómetros de recorrido desde Manerba del Garda, Nairo Quintana inició su escapada en solitario. Solo quedaban 20 km para llegar a la meta, pero lo cierto es que por detrás venía persiguiéndole un Pogacar que lo iba a aguantar hasta que quedasen 15 kilómetros. Finalmente, el ciclista de UAE se alejó hasta tres minutos de diferencia con respecto al colombiano.
El 'Maglia Rosa' del Giro coronó Livigno, a 2.385 metros de altitud, con un tiempo de 6 horas y 11 minutos en la etapa reina. Una nueva exhibición de Pogacar, que ya lo califican de extraterrestre. A sus 25 años, ya tiene más cerca el Giro y sus nuevas aspiraciones pasan por hacer un doblete con el Tour de Francia.
Fueron 6 horas de estrategia en las que poca importancia le dio a las varias escapadas iniciales y grupos perseguidores que se fueron formando. Controló, junto a su equipo, toda la carrera desde el pelotón, engalanado de rosa al completo sabedor de que sería el protagonista.
Y eso que fueron numerosos los intentos de fuga. Los primeros, a falta de casi 170km, formados por un grupo de 13 corredores con un grupo perseguidor de más de 40. Pogacar y el pelotón se llegaron a quedar a 5 minutos de diferencia en la primera bajada.
Despareció la fuga inicial de 12 para unificarse con el grupo perseguidor, pero otro intento de escapada, esta vez más reducido, formado por solo 6 ciclistas, puso algo de emoción antes del Mortirolo, en el que en realidad no ocurrió mucho. Fue un paso ameno, sin grandes cambios.
Parecía que iban a producirse algunas sorpresas, sobre todo por el intento de escapada del alemán Georg Steinhauser, que con 20 km por delante probó fortuna, aunque Nairo Quintana le iba a sobrepasar fácilmente para poner en alerta a todo el pelotón. El colombiano se veía con fuerzas y tiró del carro.
El colombiano le sacaba tres minutos de diferencia, pero poco a poco Pogacar fue reduciendo ese tiempo, hasta quedarse en tres segundos. Una barbaridad, una auténtica locura. Finalmente el esloveno superó a Quintana con gran facilidad y acabó cruzando la línea de meta en solitario. El Giro está prácticamente sentenciado.