Europa cumplió con los pronósticos de este domingo y conquistó su decimotercera Ryder Cup en el Marco Simone de Roma por 16,5 a 11,5. Contando con una gran ventaja tras las dos primeras jornadas del torneo, fue el empate de Tommy Fleetwood ante Rickie Fowler el que certificó que los del viejo continente recuperaban el trofeo tras sufrir en 2021 la que fue la mayor humillación de la historia del mítico campeonato.
El equipo capitaneado por Luke Donald completó una Ryder Cup casi impecable que se sustentó en tres piezas clave: Jon Rahm, Rory McIlroy y Viktor Hovland. El golfista español, quien sufrió mucho este domingo en su partido contra el número 1 del mundo, Scottie Scheffler, acabó sacando un empate para lograr medio punto para su equipo y dar calma para que sus compañeros pudiesen finalizar el trabajo poco después.
Después de la dolorosa derrota en Whistling Straits, Europa se tomó la revancha otra vez en suelo europeo, alargando el invicto en su feudo, ese en el que Estados Unidos no gana desde 1993, con una victoria brillante que cuajó en las dos primeras jornadas y con un ejercicio de resistencia en la decisiva, cuando los norteamericanos empujaron con todas sus fuerzas para obrar una gesta que el 'putt' de Tommy Fleetwood desestimó en el hoyo 16. Con un Rahm y un McIlroy estelares, con un Hovland que rindió a un nivel superlativo y con Fleetwood amarrando la victoria, Europa logró el deseado objetivo ante una Estados Unidos que si bien murió con honor en la última jornada, no estuvo al nivel en las dos primeras.
El domingo comenzó con el marcador del Marco Simone de Roma luciendo un 10,5 a 5,5 favorable a Europa. Mandaban los europeos, pero quedaba lo más difícil, cerrar el triunfo en los individuales, en los que Estados Unidos sacó su faceta más competitiva. Aunque el triunfo estuvo realmente cerca en muchos momentos, no fue hasta pasadas las 17:00 horas cuando se cerró con Fleetwood como ejecutor.
Antes de ese momento, fue clave el primer partido de todos, el que abrió boca, el emocionante duelo entre Rahm y Scheffler. Un empate justo gracias a la magia de 'Rahmbo' en el último hoyo, con un golpe que ni él mismo se creyó, llevándose la mano a la boca en señal de incredulidad, una pelea titánica entre dos de los mejores jugadores del torneo, entre dos de los máximos representantes de cada equipo y entre dos de las figuras más importantes de los últimos años en el golf.
La competición terminó finalmente con un marcador de 16,5 a 11,5 gracias a los empates de Shane Lowry y la victoria de Robert MacIntyre. Europa, como ya hicieran las jugadoras del Viejo Contienente en la Solheim hace pocas semanas, se hizo con el trono del golf mundial. Una victoria coral sustentada en las dos primeras jornadas y con claro peso de un Jon Rahm histórico y unos McIlroy y Hovland estelares.