La primera jornada del mundial de hockey patines no fue ni mucho menos buena para España, debido a que ni la selección masculina no la femenina, ambas campeonas de Europa, pudieron pasar del empate, ellos ante Francia y ellas ante Chile. Una circunstancia cuando menos sorprendente, ya que no parecían unos rivales llamados a darle excesivos problemas. Pero al contrario de lo que pueda parecer, estas piedras en el camino les han venido bien, puesto que han conseguido sobreponerse a la perfección, y sin apenas descanso han logrado dos goleadas para resarcirse y afrontar con otra cara el resto del evento.
La selección masculina se lució al acribillar a la de Chile por 0 a 12. Con una actuación demoledora y coral en la segunda jornada, el combinado dirigido por Guillem Cabestany mejoró mucho respecto al duelo ante los galos, sobre todo en la presión defensiva, la velocidad de circulación y la definición para golear gracias a los tantos de Martí Casas (4), Marc Grau (2), César Carballeira (2), Pau Bargalló (2), Sergi Aragonès e Ignacio Alabart.
España tardó ocho segundos en abrir el marcador en la primera acción del partido, una jugada de Bargalló que Marc Grau culminó de primeras en el segundo palo. Y poco después, Carballeira marcó el 0-2 y desató la fiesta, puesto que, tras el tiempo muerto de Chile, Martí Casas se estrenó como goleador en un Mundial por partida doble y en dos situaciones calcadas, al aprovechar sendos rechaces del portero Lucio Armijo a disparos de Pau Bargalló.
España sentenció el partido antes del descanso con un penalti ejecutado por Carballeira y con el tercer gol de Casas, que solo tuvo que empujar en el segundo palo una asistencia de Alabart. Y a la vuelta de los vesturianos doblaron esa renta para ponerse en una situación muy ventajosa de cara a pasar como primeros de grupo.
Por su parte, la selección femenina disipó las dudas con una exhibición frente a Gran Bretaña, a la que vencieron por 0-14 en la segunda jornada en Novara. Tras el inesperado empate frente a Chile, el combinado dirigido de Sergi Macià reaccionó de la mejor manera posible, con un festín ofensivo gracias a los cinco goles de Aina Florenza, los cuatro tantos de María Sanjurjo, el doblete de Sara Roces, y las dianas de Marta Piquero, Mariona Colomer y Victòria Porta.
Este festival se construyó sobre la presión asfixiante y el ritmo frenético con el que España noqueó a Gran Bretaña desde el pitido inicial. Tras la disputa de los primeros siete minutos, España mandaba por tres a cero, una renta que aumentó hasta los ocho tanto al descanso y que en la segunda parte sumó seis goles más para poner el definitivo 0-14.