Álvaro Martín Uriol (Llerena, Badajoz - 1992) ha estado en el foco mundial tras conseguir al conseguir el oro en Budapest en los 20 km marcha. No tuvo suficiente con ello, puesto que días más tarde volvió a repetir su hazaña en 35 km marcha. Una proeza a la altura de muy pocos que le han alzado a convertirse en uno de los deportistas con más nombre en nuestro país.
Ha hecho historia y ahora quiere más, quiere seguir manteniendo en lo alto al CAPEX, club al que representa a nivel nacional, y por supuesto ya tiene su objetivo marcado en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Pregunta: ¿Cómo te sientes ahora mismo tras haber logrado el Mundial dos veces?
Respuesta: Para explicarme bien lo mejor es poner una analogía. Al final es como tener una comilona, en el sentido de que necesitas mucho tiempo a la hora de digerir los alimentos, esto es lo mismo. Hay muchas emociones, muchos sentimientos, y hasta que no pasen unos días y esté en Extremadura descansando no voy a poder digerir todas esas emociones que he vivido hace unas semanas.
¿Cómo fue el recibimiento en Llerena, donde naciste?
Imagínate, desbordados, muchísima gente, había momentos que fue agobiante, como es lógico. Al final, con un recibimiento muy cariñoso y yo me alegro mucho de que mucha gente se sienta partícipe de este éxito.
¿Cómo fue la llegada a meta?
Fue muy distinto a 2018. Yo estaba en un momento en mi carrera deportiva muy diferente al que estoy ahora. Fue algo más emocional porque fue mi primer gran éxito, como fue el campeonato de Europa. Estos éxitos han sido algo más maduros, cinco años después. Digamos que esa emoción la mantuve, fue una emoción algo más madura que emocional.
Te acuerdas de todos esos momentos y esos sacrificios que he tenido que hacer. Vivo fuera, lejos de mi familia, paso mucho tiempo de concentración…la última preparación para el Mundial ha sido de más de dos meses. Te acuerdas de toda esa gente que te quiere y que acepta ese estilo de vida tan duro para poder seguirte. Me acordé sobre todo de mi familia, de mis amigos, de mi chica…no solo es el sacrificio que tiene que hacer uno, sino también la gente que te rodea.
¿Dónde entrenas normalmente?
Entreno en muchos sitios, pero normalmente en Cieza, en Murcia. Para los Juegos Olímpicos me estuve preparando en Granada, en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada. A Sierra Nevada subíamos mucho porque tiene una altitud bastante interesante para nosotros y la verdad es que allí tenemos unas instalaciones increíbles. Allí hacemos una primera estancia antes de la estancia más importante que hacemos, que es en el Pirineo francés.
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 quedaste cuarto en la prueba de 20 km marcha, quedando a las puertas de conseguir una medalla olímpica, ¿cómo ha gestionado mentalmente para volver a levantarte?
Esa vez me vi bastante cerca, sobre todo en unos Juegos Olímpicos, que aunque estén al mismo nivel deportivo que un campeonato Mundial, no tiene mayor repercusión y tiene ese encanto de ser cada cuatro años. Entendemos que toda la preparación y todo lo que hacemos entrenando está pensado para eso Juegos Olímpicos.
Tienes que saber gestionar ese golpe y saber que estamos ahí, que tenía que esperar mi momento y que debía mejorar aquellos aspectos en donde podíamos tener ciertas debilidades.
Compartiste tu victoria con María Pérez, ¿crees que se valora aún más toda la rama de atletismo?
Nos alegramos muchísimo, al fin y al cabo el atletismo es un deporte minoritario si lo comparamos con el fútbol. Simplemente hay que mostrar que en España, a parte del fútbol femenino que ha hecho una grandísima gesta siendo campeonas del mundo, también nosotros podemos lograr grandes gestas en otros deportes. Yo espero que se le ponga en valor a otras disciplinas y que nuestra repercusión sirva de algo positivo para otras competiciones.
¿Qué retos tienes ahora mismo?
Descansar como es lógico. Después tocará pensar en la temporada que viene, que es la más importante que tenemos ahora. Tenemos los Juegos Olímpicos como también las competiciones nacionales, entre ellas están por supuesto la División de Honor de la Liga Nacional de Atletismo donde con el CAPEX tenemos que mantenernos un año más en la máxima categoría.
Tienes esa espinita clavada de los Juegos Olímpicos por lo que ya tienes mentalizado con que los Juegos tienen que ser algo grande…
Claro, por supuesto. Incluso toda la preparación que hemos ido haciendo desde Tokio está pensada en esos juegos de París, por encima incluso del Mundial pasado.