Pocos ciclistas han sembrado más dudas entre los aficionados españoles en los últimos años que Enric Mas. El corredor balear aparecía durante años como el líder del Movistar, pero sus fiascos en el Tour de Francia, donde el equipo telefónico ha puesto siempre su mirada, le señalaban y el regreso de Nairo Quintana al conjunto español hizo que muchos pensasen que venía para quitarle el puesto como principal cabeza visible del equipo.
Tanto Movistar Team, como Eusebio Unzué o el propio ciclista colombiano dejaron claro que Mas seguiría siendo el líder en la gran vuelta a Francia. Y que, en la de España también lo sería, ya con la ayuda de Nairo Quintana, que estaría como plan B.
En Francia, su resultado fue discreto, pese a que el conjunto español salió muy satisfecho y sumó muchos puntos. Pero ha sido en la Vuelta a España donde se ha volcado y ha sido el único capaz de plantarle cara al todopoderoso Primoz Roglic.
No contento con eso -y, de hecho, acabó bastante molesto porque veía que podía optar al triunfo-, ha sido el mejor español en el Mundial de Zurich, en el que ha hecho Top-10 y ha peleado en el sprint final por una medalla de bronce que, finalmente, estuvo muy lejana.
Su gran Mundial ha tenido premio y ha visto como su subida esta semana en el Ranking UCI le sitúan en el Top-20 y a un paso de ser el mejor español, algo que sigue teniendo en sus manos, por poco, Carlos Rodríguez. El ciclista de Artá ha sido el que más ha progresado de la parte alta y se ha situado 17º, una plaza por detrás del ciclista granadino.
"Habrá que cuadrar bien el calendario porque realmente suelo dar prioridad a las carreras de tres semanas, pero este año me decanté justo después de la Vuelta a España por venir aquí porque tenía un buen golpe de pedal que espero que dure hasta Il Lombardía", señalaba el propio Enric Mas nada más acabar el Mundial de Zúrich.
El ciclista del Movistar Team ha demostrado ser el español que mejor forma tiene en este final de temporada y afronta un año clave en su futuro con la sartén por el mango. El Movistar tiene como principal reto su renovación -acaba en 2025- y ahora lo hará en unas condiciones muy diferentes a las que habría hecho de completar un año desastroso. La próxima temporada ya apunta al Giro de Italia, donde volvería a ser el líder.