Casi cinco meses han pasado desde que Ilia Topuria se convirtiera en el campeón del mundo del peso pluma de la UFC, tras destrozar a uno de los grandes nombres, ya no de la división, si no de la compañía, Alexander Volkanovski. Y desde ese momento, el hispano georgiano se convirtió en un ídolo de masas que no ha hecho más que hacer crecer su deporte y fomentar cada vez más su estatus de pionero. Inversiones, programas de televisión, recibimientos multitudinarios tanto en España como en Georgia, y mucho más. Todo eso sin anunciar su próxima pelea, que cada vez está más cerca de concretarse, y todo apunta a que será ante Max Holloway. Sin embargo, en los últimos días se ha conocido una polémica en torno al luchador.
Recientemente el de Halle ha mantenido un discurso en el que mantiene que su vida y su preparación han cambiado sobre manera, a mejor, desde que conoció a su esposa, ya que esta lo introdujo en la medicina homeopática. Esta corriente, polémica cuanto menos, ha generado muchos comentarios al respecto, pocos buenos, y muchos criticando al luchador por hacer público en un altavoz como el suyo un discurso que puede afectar a mucha gente si lo siguen a rajatabla.
No termina de ser un placebo, pero aún así, pero no son pocos los luchadores que siguen creencias espirituales de este tipo. Realmente el problema es si Ilia mantiene todo como lo ha hecho hasta ahora, o por el contrario esto le suma, sobre todo a nivel mental. Tal y como desvela Mario de Wonder, si el cambio no es muy drástico, y solo lo usa a nivel "psicosomático", no tiene por qué afectarle, eso sí, si cambia lo que hecho hasta ahora, ya que ha tenido en la ciencia siempre a su gran aliado en su preparación, puede tener más problemas a futuro.
Después de ser campeón dijo que quería ser activo y volver pronto al octógono, algo que por ahora se le está resistiendo. Parece claro que va a pelear contra 'Blessed' en octubre en Salt Lake City, pero con comentarios como el del otro día en X, donde instaba al hawaiano a firmar el contrato, se puede entender que aún faltan flecos y no hay nada cerrado. Independientemente de si se concreta o no, por lo pronto ya ha vuelto a los entrenamientos, y salga lo que salga y cuando lo haga, él estará preparado.