Movistar Team ilusionó con su final de temporada 2024 y dejó un buen sabor de boca. Tras sufrir en los primeros meses por la cercanía de los puestos de descenso, sacó la cabeza en las primeras grandes y se dejó ver en la Vuelta a España, donde Enric Mas peleó por la general, fue el único capaz de plantarle cara a Roglic en la montaña y acabó subiendo al podio.
De paso, con el gran mundial de Iván Romeo, las renovaciones y la llegada de los Orluis Aular, Diego Pescador o Pablo Castrillo alimentaron las esperanzas para este próximo 2025 e hicieron olvidar los dos duros palos que se había llevado a lo largo del año: la marcha de Alex Aranburu y Oier Lazkano.
El ciclista alavés, campeón de España 2023 y subcampeón en 2024, dejaba el equipo telefónico para enrolarse en el Red Bull BORA, donde ya prepara la nueva temporada con pocos objetivos. La marcha de Lazkano 'provocó' que Movistar reaccionarse y renovara a sus jóvenes promesas españolas (Romo, Pelayo Sánchez, Berrenetxea...). Se intuía que su marcha había dolido, pero según asegura el propio corredor de Vitoria-Gasteiz, la relación con el equipo español sigue siendo muy buena.
"Hace un mes estuve comiendo con Eusebio Unzué y le dije que estoy súper agradecido, con todos y cada uno de los miembros del equipo. Han sido tres años magníficos para mí. Cuando pasé de Caja Rural a Movistar no era nadie y allí me han dado confianza, calendario y medios para entrenar. Quizás no fuesen económicamente el equipo más fuerte, pero me han apoyado de manera bestial", advierte Lazkano, quien quería dejar un bonito mensaje y la puerta abierta para el futuro. "No sé si hay gente que se piensa que he salido mal del equipo, pero no es así. La vida son ciclos. Me han dado una oportunidad tremenda, yo también he sabido aprovecharla, y solo puedo tener gratitud", añadía el ex de Movistar Team.
Oier Lazkano, pese a ello, admite que el final de temporada no fue el ideal y que acabó "saturado", de ahí tal vez el descenso de su rendimiento. "Acabé saturado el año pasado. Alargué mucho y, cuando me quise dar cuenta, ya había explotado. Es una cosa que hay que aprender", admite.
Por ello, ha comenzado 'tarde' su pretemporada. "Necesitaba descansar. He parado completamente cinco semanas, pero la verdad es que estoy afrontando la pretemporada con ganas, que es de lo que se trata”, comenta un Lazkano que ya conoce a sus nuevos compañeros. "Estuve a principios de diciembre con ellos reconociendo recorridos de pavés. El mejor 'feeling' estos días es con los latinos del equipo, italianos, españoles y colombianos. El carácter y que cenan a las ocho de la tarde, y no a las seis y media", bromea el ciclista vasco.
Sobre su planteamiento de temporada, aún no lo tiene seguro, pero deja claras sus preferencias: "Me gustaría estar en Francia y en Italia, pero con las clásicas de por medio, puede pasar de todo. Hay que descansar, entrenar, entrenar y entrenar, y dependerá de cómo esté. No es fijo, hay que ganárselo", afirma un Oier Lazkano que sí sabe cómo arrancara su etapa en el BORA, corriendo la Étoile de Bessèges y la Volta ao Algarve, que le servirá como preparación del Omloop Het Nieuwsblad y Kuurne-Bruselas-Kuurne. A partir de ahí...