Jesús Muñoz4 min lecturaEl voleibol es uno de los deportes más seguidos en Europa, aunque en España no tenga el mismo tirón que el fútbol o baloncesto. Este deporte está fundamentado por dar como máximo tres toques al balón en una misma posesión. La secuencia es conocida por todos los aficionados y fanáticos de este deporte: recepción, colocación y remate. Esta secuencia es la que se utiliza para intentar conseguir un punto en el campo contario. El remate es la acción ofensiva por excelencia que tiene el voleibol a igual que en el pádel o tenis. Esta técnica es la más espectacular y es el movimiento del cual se consigue la gran mayoría de puntos durante un partido de voleibol.
Para entender que es el remate, se podría decir que es el movimiento último para terminar una jugada de ataque en busca de lograr un punto en el marcador. El fin último que tiene este golpeo no es tan solo que pase por encima de la res o esquivar a la defensa rival, sino que la pelota termine tocando el parqué del rival. El rematador es la figura de jugador encargado de elevarse por encima de la red e impactar el balón con agresividad, con la intención última de que salga despedido lo más fuerte posible.
Los remates son diferentes según como le ponga el balón el colocador. De esta manera se pueden distinguir varios tipos de remate: remate de balón alto, remate en corta, remate en semicorta y remate en tensa. El gesto en común que tiene todo tipo de remate es la acción anterior a golpear el balón, es decir, la carrera y salto necesario para una vez en el aire, ejecutar el golpeo.
El remate de balón alto se realiza cuando el colocador ha hecho un pase con una gran parábola, esto quiere decir que, el balón va a tanta altura que el rematador buscará impactar con él una vez ya se encuentre en la trayectoria descendiente. Lo más complicado sin duda es calcular el momento idóneo para golpear el balón.
Esta acción es lo opuesto al remate de balón alto. En esta ocasión, a la hora de ser golpeado, el balón seguirá en la trayectoria ascendente. Para este remate es totalmente necesario una gran coordinación entre el colocador y el rematador, ya que este último deberá comenzar a saltar en el momento en el que el esférico deje de tocar los dedos del colocador.
Este es un golpeo intermedio entre los dos anteriores. La idea es golpear la pelota en el momento álgido del vuelo pero sin la tensión de los remates anteriores.
Este último tipo de remate es aquel que en el pase previo no hay una parábola, sino que posee una trayectoria que podemos identificar como horizontal.