José Antonio Rivero4 min lecturaEl 2024 acaba de finalizar y vuelve a dejar claro que el pádel es el deporte que más crece en todo el mundo. La accesibilidad del mismo, siendo fácil de aprender y divertido de practicar, viene haciendo que durante los últimos años su crecimiento esa imparable, extendiéndose por toda Europa y Norteamérica.
En 2022 había alrededor de 40.000 pistas de pádel por todo el mundo, con una tasa de crecimiento cercana al 30 por ciento hasta el 2025, donde el deporte va a terminar de asentarse. El mundo del pádel generaba más de 325 millones de dólares en 2022, con previsiones de que esa cifra siga subiendo un diez por ciento anual hasta 2027.
Son muchos los deportistas profesionales en otras disciplinas que lo practican. "Los entrenadores jugamos en nuestro tiempo libre, nos encanta, nos encanta el juego y lo jugamos prácticamente todo el tiempo", dijo por ejemplo Jürgen Klopp, exentrenador del Liverpool.
En el pádel es fundamental determinar el nivel a que pertenece cada jugador, dividiéndose los mismos hasta en siete. Bien es cierto que los niveles no son oficiales, aunque sí que están estandarizados.
El nivel uno y dos correspondería a la iniciación. Dentro de esta clasificación, el 1 es para quienes acaban de empezar y nunca habían cogido una pala, el 1,5 para los que ya conocen los golpes y han entrenado y el 2 para quienes ya tienen nociones más avanzadas, faltándoles aprender a controlar la bola y la potencia.
Los niveles tres y cuatro se corresponden a una calificación de medio intermedia. En el nivel 3, los jugadores ya realizan buenos golpes con su mano buena, normalmente la derecha, comenzando a controlar el revés, aunque todavía no siendo su punto fuerte. El nivel se nota mucho en el saque, ya que en el nivel 3 no habría problemas de dejar la pelota en la red, pero sí que faltaría tener más control en la potencia de saque.
El jugador que tiene un 3,5 de nivel ya es más agresivo, sabiéndose posicionar mejor y yendo a volear a la red. Ya en el nivel 4 encontramos jugadores que cometen pocos errores y que saben controlar la bola, atreviéndose a utilizar el revés y las voleas con frecuencia, así como otros golpes complejos como las bandejas o los remates.
Los jugadores clasificados como nivel 5 ya son otra cosa, estando cerca, al menos por momentos, de ser profesionales. Suelen fallar muy pocas bolas y son capaces de salvar situaciones complicadas gracias a su lectura del juego.
Cuando hablamos de nivel 6 y 7 ya nos encontramos con profesionales que incluso pueden aparecen en rankings. Un jugador 6,5 disputa torneos nacionales con asiduidad, mientras que el nivel 7 es ya el deportista profesional, que participa en campeonatos internacionales y quiere vivir del pádel.