El saque en pádel tiene que cumplir varias normas clave para que sea válido y el juego pueda seguir. Estas son las reglas:
- Posición inicial: El saque debe efectuarse tras la línea de saque que está situada a 3 metros del cristal del fondo. El profesional debe mantener los pies detrás de esta línea hasta que la pala impacte directamente con la pelota.
- Preparación: Antes de golpear la pelota, el jugador tiene que botarla en la pista.
- Altura del golpe: El golpeo debe realizarse por debajo o a la altura de la cintura, sin superar la cadera. Además, en el momento del impacto, el profesional debe tener al menos uno de los pies en contacto con el suelo.
- Dirección del saque: La pelota debe lanzarse en diagonal hacia el recuadro correspondiente del campo rival, pasando la red sin tocarla. Si estas reglas se cumplen, el saque es válido. No obstante, a menudo surgen ciertas dudas. Si la pelota roza la red y luego entra correctamente en el recuadro contrario, el saque es net (red), y tiene que repetirse.
El saque no será valido en estas situaciones:
En situaciones de net (red), el saque se tiene que repetir tantas veces como sea necesario mientras cumpla con las condiciones necesarias.
El jugador que recibe el saque debe botar la bola antes de devolverla. Si la pelota toca al restador o a su compañero antes de botar, se concede un punto al jugador que está sacando.
El saque es un factor fundamental para tomar ventaja en el pádel. Estos son los tipos de saque:
El dominio del saque implica dirigir la pelota con precisión, efecto y velocidad, logrando ganar la red y tomando la iniciativa del juego desde el primer momento.