Francisco Salas4 min lecturaEl deporte por antonomasia siempre ha sido el atletismo, quizá el primer emblema de los Juegos Olímpicos originales y que hoy en día sigue siéndolo, habiéndose convertido en la prueba fetiche de los actuales JJOO. Un ejemplo claro fue sin duda París 2024, donde el estadio de Saint Denis estuvo todos los días hasta la bandera, con un público entregado que vibró con los diferentes eventos que tuvieron lugar allí. Récords, exhibiciones inhumanas y un sinfín de historias que hicieron que fuera uno de los deportes que sale más reforzado de la capital gala. Aunque es cierto que está en un momento en el que no necesita mucho, porque actualmente vive una era gloriosa de estrellas.
Pero en todo el panorama atlético no hay un solo hombre o mujer que brille más que el pertiguista sueco Armand 'Mondo' Duplantis. Precisamente en los Juegos Olímpicos parisinos, el escandinavo dejó uno de los momentos para el recuerdo cuando silenció e hizo estallar el estadio al saltar sobre 6,25, una altura que significó la consecución de un nuevo récord mundial. Pero eso sí, no contento con ello, apenas unas semanas después, en la Diamond League de Silesia lo volvió a hacer, saltando hasta los 6,26 metros, la cifra que actualmente marca el récord. Aunque eso sí, esa fue la tercera vez que lo rompía, solo este 2024.
El salto con pértiga ha sido y es una de las disciplinas más espectaculares y complicadas, ya no del atletismo, si no de todo el mundo del deporte. Pero en ella siempre han aparecido elegidos que han dominado con mano de hierro y han puesto contra las cuerdas las creencia de donde estaban los límites físicos del ser humano.
El primer y principal ejemplo de eso es el ucraniano Sergey Bubka, quien batió el récord mundial 35 veces durante su carrera. Al aire libre 17 veces y en pista cubierta 18 veces, ya que antes estaban diferenciados, pero ahora se contabilizan como el mismo. Bubka sólo perdió su récord mundial al aire libre una vez en su carrera, cuando Thierry Vigneron, de Francia, lo batió el 31 de agosto de 1984, pero Bubka recuperó posteriormente el récord en su siguiente intento en la misma pista, tan sólo unos minutos después.
Al final de su carrera, Bubka lo dejó en 6,15 metros el 21 de febrero de 1993, una cifra que estuvo vigente más de veinte años, hasta que en 2014, el 15 de febrero, el francés Renaud Lavillenie se fue hasta los 6,16. Pero le duró seis años, porque el 8 de febrero de 2020 empezó la tiranía de Duplantis al irse hasta los 6,17, y desde entonces, en poco más de cuatro años ha batido esa cifra hasta en 9 ocasiones, y si tenemos en cuenta que apenas va a cumplir 25 años, es muy probable que lo veamos consiguiendo hitos de este estilo durante mucho más tiempo en su carrera, ya que con él, en el salto con pértiga, el cielo es el límite.