La historia de Fátima Ouhaddou da para una película. Al menos en lo que se refiere al plano deportivo. La historia de cómo una corredora popular, que corre por disfrutar y por salud, se propone alcanzar la elite y lo logra en tan solo dos años.
Todo comienza en 2021, cuando Ayad Lamdassem se quedó a un paso de alcanzar la medalla olímpica -a 16 segundos del podio- en los Juegos de Tokio. Ella estaba viéndolo en la tele y le planteó el reto a su marido, que ejercía de entrenador y es amigo de Lamdassem. Hasta entonces, Fátima sólo corría populares por Sevilla, por Córdoba... a veces tres en un fin de semana. No sabía donde se había metido, pero fue al Maratón de Rotterdam el 16 de abril del año pasado... e hizo la tercera mejor marca de la historia del atletismo español (2:26.44).
Criada desde los 8 años en la localidad sevillana de Casariche y afincada en Aguilar de la Frontera (Córdoba) desde 2015, Fátima Ouhaddou corre, primera vez, "en casa", en Sevilla, un maratón, donde espera ganar el Campeonato de España y llevarse el premio de los Juegos Olímpicos de París 2024. Ese reto que se marcó aquel día hace menos de tres años cuando veía la televisión.
"Tener aquí al referente y a la persona que me ha inspirado...", decía Fátima Ouhaddou en un acto de su marca, Asics, en el que también estaba Lamdassem. "Si yo lo puedo conseguir lo puede lograr cualquiera. Sólo era una atleta popular, que todos los fines de semana competía sólo por salud y que ahora sea éste mi trabajo es un placer", reconoce la 'sevillana', que contaba cómo le ha cambiado la vida, justamente, cuando su pequeña -que ahora tiene 5 años- comenzaba a crecer. "Tengo una niña de cinco años recién cumplidos que me acompaña a todo, a los viajes, a las concentraciones... sabe que soy una atleta profesional, lo lleva inculcado desde pequeña y también soy un poco un referente, porque, como me ve, también corre, aunque lógicamente, de momento, está jugando y disfrutando", indica la atleta andaluza.
Ouhaddou tiene claro que el Zurich Maratón de Sevilla es el paso definitivo para lograr ese gran sueño que son los JJ.OO., pero no renuncia a coronarse por primera vez como campeona de España, ya que su presencia olímpica la tiene bien encarrilada. "Tengo la mínima por dos veces, estoy posicionada segunda en el ránking... pero mi sueño son las Olimpiadas y esto es un campeonato de España. Si vengo aquí, vengo a luchar por esa plaza y a darlo todo", advierte Fátima que espera que haga "buena temperatura", ya que se siente más cómoda con ella.
La atleta andaluza desvela cómo ha aprendido a afrontar esos últimos kilómetros que, para algunos, se hacen muy difíciles. "A mí me anima pensar en un buen postre dulce o en la recompensa de después. Me anima pensar que tengo una recompensa aparte de la marca o el puesto que logre. También el hablar contigo mismo, saber motivarte... todo eso se aprende porque es una preparación larga y muy sacrificada, en la que entrenas muchas horas en solitario. Cuarenta y dos kilómetros dan para mucho y también dan para nosotros. En realidad, se sufre más en los entrenamientos que en la carrera", reconoce Fátima Ouhaddou.