El Tour de Francia llega este fin de semana a dos etapas en las que se puede decantar la carrera en los Pirineos, con 4000 y 5000 metros de desnivel que tienen el recorrido para dejar la ventaja de Tadej Pogacar ante Jonas Vingegaard en nada, o por el contrario mostrar que el danés no llega tan recuperado como parece. Pero eso será mañana, porque este viernes no se han guardado nada y pese a que la etapa ha acabado en un sprint masivo en el que se ha impuesto Jasper Philipsen, ha habido tramos en los que el Visma y el UAE han jugado una partida de ajedrez que poco más y hace variar por completo la clasificación general.Philipsen firmó el doblete para ponerse a una victoria del eritreo Biniam Girmay, esta vez "solo" cuarto. El ganador de la Milán San Remo se agigantó en la recta de meta y venció con autoridad, por delante de su compatriota Wout Van Aert, quien se quedó con la miel en los labios por segundo día consecutivo. Philipsen alzó los brazos al cielo con un tiempo de 3h.23.09, a una media asombrosa de 48,8 km/hora, una de las 10 etapas más rápidas de la historia. Girmay, después de su triplete, fue cuarto, y el propio Pogacar, se metió delante con la novena plaza.
Pogacar y los hombres del podio no tuvieron precisamente una jornada cómoda, pero mantuvieron posiciones. El esloveno llega a la montaña pirenaica con una ventaja de 33 segundos sobre Evenepoel, 1.14 con Vingegaard, a 4.20 Almeida, Carlos Rodríguez primer español, quinto, a 4.40, y Mikel Landa sexto a 5.31. La etapa tenía la etiqueta de "transición", pero el comienzo no pudo ser más explosivo. No comparecieron en la salida Roglic, sexto de la general, ni Jesús Herrada, uno por caída, el español enfermo. Ya en carrera, y después de varios días de debilidad, se marchó a casa el debutante Juan Ayuso, otro top 10, noveno.
El pelotón explotó nada más abandonar el pelotón la ciudad de Agen, donde se formó una buena por culpa de los vientos cruzados. Fueron 22 hombres los que quedaron al frente mientras el resto del pelotón se despedazaba. Delante mucha calidad, con Adam Yates, octavo de la general a 7 minutos como hombre más peligroso. Allí estaba el campeón mundial Van der Poel, Oier Lazkano, Magnus Cort... Suficiente nivel como para obligar a perseguir al Visma de Vingegaard y al Ineos de Carlos Rodríguez, un desgaste de rivales que le venía de maravilla al UAE.
El Visma rompió el grupo principal, una carta para tratar de descolgar algún rival. Pogacar, Evenepoel, Vingegaard, los hombres del podio entraron al juego, y de hecho, los acelerones terminaron de echar abajo la fuga inicial. Una etapa rápida y revoltosa abría un nuevo capítulo de cara a llegada. El Visma tenia claro que quería poner en bandeja la victoria a Van Aert, pero el Intermarché tenía a 3 hombres para lanzar a Girmay.
En medio de la vorágine hubo montonera a 50 metros de meta. Philipsen, sin la ayuda de Van der Poel, se soldó a la rueda de Girmay, lanzó el ataque de lejos y resistió e Van Aert. Doblete para Philipsen, también retando al eritreo para cuando pase la montaña. Fue su octavo triunfo en el Tour, el número 48 de su palmarés, el séptimo de la temporada.