Francisco Salas3 min lecturaEl momento más triste de los Juegos Olímpicos, sobre todo para el deporte español, pero seguramente también en general, se dio en las semifinales del cuadro femenino individual, cuando Carolina Marín volvió a sufrir una gravísima lesión de rodilla cuando tenía el partido casi ganado ante la china He Bingjao. Sus gritos y lágrimas dieron la vuelta al mundo, primero por la situación y segundo porque la onubense, campeona olímpica en 2016, ya se quedó sin defender su corona en Tokio por una lesión similar. Y llegaba a la capital gala en su mejor momento tras haber recuperado la forma tras un calvario de molestias, pero con el tiempo ha conseguido ver lo bueno que le dio aquella situación.
Marín ha dado una entrevista en el podcast Planeta Olímpico de Eurosport, en el que ha declarado que en París ha conseguido "una medalla que en la vida se podía imaginar", y es que lo que ha sentido tras su lesión es el "apoyo, cariño y empatía de la gente", esto se debe a que desde aquella mañana de agosto, la volantista se convirtió en un icono, recibiendo apoyo de todas partes del mundo, tanto del deporte como de otros estratos. Política, espectáculo, y todo el mundo se centró en apoyarla.
Una muestra de ello es que su rival, He Bingjao, quien cedió en la final, subió al podio con un pin de España en la solapa, como símbolo de respeto, sabedora de que en circunstancias normales, un hueco allí era suyo. Ya dijo del gesto de la china que era "lo más bonito" que habían hecho por ella nunca, además de que la asiática le 'ayudó' en el momento de la lesión.
La española siempre ha sido una gran defensora de valorar "lo que hay detrás" de las medallas; el trabajo, esfuerzo, dedicación y tiempo que se necesita para llegar a la élite de un deporte, más aún en un caso como el suyo, ya que abrió camino en un mundo que no existía, hasta llegar a ser la mejor del mundo, y casi con total seguridad en la conversación por la más grande la historia. Pero ahora, gracias a lo que le pasó, la gente le ha dado más valor a lo que ha hecho, incluso que si hubiera ganado. Por eso mismo cree que lo que ha conseguido "vale más que una medalla". Y es que todos han empatizado con ella, algo muy complicado en España y que ha sido un regalo en un momento tan duro.