Pese al agradecimiento con el que Carolina Marín vivió los días posteriores a su grave lesión en los Juegos Olímpicos de París 2024, el pesimismo que hacían notar sus palabras llevaban a todos a ponerse en lo peor en lo que respecta a su futuro como profesional.
Con tres lesiones graves de rodilla más otros percances no es fácil levantarse de nuevo. Sobre todo cuando ya había asumido que estos iban a ser, posiblemente, sus últimos Juegos Olímpicos y que los futuros retos no serían tan ambiciosos. "Estoy destrozada. No os puedo decir otra cosa. Tengo el alma totalmente destrozada, ha sido un golpe muy duro y necesitaré mucho tiempo, más de lo que las lesiones previas he necesitado. Necesito recomponerme, sobre todo físicamente. La operación, afortunadamente, ha salido todo muy bien, pese a que ha sido la peor vez que me he destrozado la rodilla. No sé qué va a ser de Carolina Marín en un futuro, no sé si volveré a jugar, si volveré a coger una raqueta de bádminton, si volveré a disputar una competición o si volveré a unos Juegos Olímpicos, no lo sé. Ahora mismo es en lo que menos pienso, lo que más piensa mi cuerpo y sobre todo mi mente es tener paz y tranquilidad conmigo misma", señalaba emocionada la jugadora onubense en un vídeo compartido por su departamento de prensa.
Desde entonces han pasado unos días y las muestras de cariño no le han dejado de llegar. Hasta una medalla olímpica dorada le han hecho. Y ella no ha dudado en agradecerlo. Pero faltaba un último dato que despertara el optimismo entre los aficionados al bádminton y los muchos seguidores que, en España y en todo el mundo, tiene Carolina Marín.
Y ese ha llegado. La jugadora onubense está reposando en Huelva y pasando estas primeras semanas tras su lesión junto a sus familiares y amigos. Y allí se le ha visto recuperar esa sonrisa que habitualmente le acompaña.
Su último mensaje en redes sociales tiene un cariz muy diferente y alimenta ese optimismo. "Unos días en casa para comenzar el camino", indicaba Marín, lo que muchos han interpretado como que piensa luchar para al menos poder tener una despedida mejor que la que vivió en París 2024.
A la jugadora andaluza le queda un largo proceso por delante para recuperarse de su grave rotura de ligamento y de los meniscos de su rodilla derecha. Pero, como también dijo, es un camino que "conoce" y esa "loba" que le "acompaña" estará ahí para ayudarle. Esa es su prioridad y a luchadora, como ha demostrado en innumerables ocasiones, pocos le ganan.