Carolina Marín mantiene el ritmo

Carolina Marín ha arrancado a velocidad crucero la búsqueda de su séptima corona europea, venciendo la primera ronda en poco más de veinte minutos, demostrando que en el continente no hay casi nadie que se acerque a su nivel

Carolina Marín mantiene el ritmo
Carolina Marín disputando un partido - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

Carolina Marín ha empezado el 2024 como un tiro. Tras su calvario de lesiones y todo lo que ha pasado en su cuerpo, que le ha obligado a estar lejos de las pistas y llegó a alejarla de las mejores posiciones del ranking, en este año olímpico ha encontrado de nuevo el toque y está poco a poco alcanzando su mejor nivel de cara a la cita parisina de finales de julio -la competición comienza el 27 de julio- y principios de agosto. Tras ganar el All England, uno de los mejores torneos del bádminton mundial, y el Abierto de Suiza, la onubense ahora afronta el europeo, donde es con mucha diferencia la grandísima favorita y todo lo que no sea un triunfo sería una gran sorpresa.

El camino hacia su séptima corona continental arrancó con una victoria muy cómoda, por 21-6 y 21-7, sobre la escocesa Rachel Sugden, 176 del mundo, en 23 minutos. La española defendió su estatus desde el primer punto, con dos rachas de cinco y de siete tantos, pero no se dejó ir y siguió aumentando la ventaja hasta hacerse con el parcial inicial, mientras que en el segundo, Sugden se mantuvo cerca hasta el 5-4, cuando Marín volvió a desplegar su juego y solo toleró que su rival sumase tres puntos más. Certificando una victoria que no por esperada, deja de ser muy útil de cara a lo que le espera estos días en Saarbrücken. La primera cabeza de serie del torneo y número cinco del ránking mundial, jugará en octavos de final contra la ganadora del choque entre la húngara Vivien Sandorhazi, 83 del mundo y la búlgara Kalyona Nalbantova, que ocupa el puesto 84.

Precisamente el gran objetivo de la onubense es alcanzar el puesto número 4, que actualmente ocupa la japonesa Yamaguchi, y que le permitiría afrontar los Juegos Olímpicos como cabeza de serie en una posición mucho más ventajosa. En París volverá a buscar una medalla de oro que consiguió en 2016, y que no pudo defender en Tokio por una lesión. Incluso existe la posibilidad de que sea la abanderada, si Maialen Chorraut declina la oportunidad, ya que tiene que competir justo el día siguiente a la ceremonia.

Cara y cruz

Si en categoría femenina la victoria de Marín es muy positiva, no tuvo tanta suerte Pablo Abián, quién cedió en su debut ante el francés Toma Popov, por 10-21 y 9-21; aunque en dobles femenino Paula López y Lucía Rodríguez se impusieron por 21-15 y 21-16 a las polacas Kornelia Marczak y Paulina Hankiewicz.