La caída de la gran cara de la UFC es una realidad

El 2024 fue el año de confirmación de dos nuevas estrellas de la UFC, por un lado Ilia Topuria, quien llegó al cinturón del peso pluma tras noquear a Alexander Volkanovski, y por otro lado de Álex Pereira, quien ya mandaba en el peso semipesado, pero tras tres defensas titulares exitosas, todas ellas de forma brutal, certificó su posición entre la vanguardia de la compañía. Pero antes de limpiar su división y buscar un nuevo camino en el peso pesado, al brasileño le quedaba un último rival, quizá el más difícil de cuantos se podían medir a él, el ruso Magomed Ankalaev.

El UFC 313, que significaba la vuelta de un evento numerado a Las Vegas, iba a ser el momento de que se midieran ambos y no han decepcionado. El daguestaní llevaba tiempo pidiendo su oportunidad y no la ha desaprovechado. Pereira se ha hecho grande en los últimos tiempo a base de noquear a sus rivales sin ningún problema y de forma brutal, pero no ha podido hacer lo mismo. En el primer asalto buscó las patadas en una estrategia que mostraba que este reto era mucho más grande que los anteriores y pudo dominarlo, pero fue un espejismo.

A partir de ese momento Ankalaev cogió el ritmo y empezó a dominar a base de grandes golpes, con un poderoso 'striking' que casi acaba la pelea con un KO, pero la bocina salvó al campeón. En el tercer y cuarto asalto se mantuvo el dominio del ruso, aunque no con tanta virulencia. Dejando para el quinto el control que le permitiera cerrar a los puntos y convertirse en nuevo campeón. Y así fue, pues los jueces le dieron la razón, certificando el cambio de reinado y el inicio de una nueva era en las 205 libras.

Justin Gaethje nunca decepciona

El evento co-estelar se cayó hace apenas unos días cuando Dan Hooker se lesionó y tuvo que bajarse de la lucha contra Justin Gaethje, que apuntaba a ser una de las peleas del año, pero la UFC estuvo rápida y encontró a otro luchador con las armas para hacer una guerra, Rafael Fiziev, y el azerí no ha defraudado. Por el corto aviso se pasaron de cinco a tres asaltos y han dejado 15 minutos de sangre. Tras un primer asalto en el que Fiziev mandó, en el segundo y en el tercero, pese a la igualdad y a que ambos conectaron muchos golpes de poder, el estadounidense fue más certero y se llevó la victoria en las cartulinas por decisión unánime,.