El nombre de Imane Khelif era totalmente desconocido para el mundo del deporte más allá de los que sigan muy de cerca el boxeo femenino a nivel internacional. Sin embargo, ha sido uno de los más pronunciados en los recientes Juegos Olímpicos de París 2024.
Su primer combate ante la italiana Angela Carini abrió el debate. La boxeadora transalpina abandonó tras recibir un puñetazo en un intercambio y aseguró que la fuerza de la argelina era impropia de una mujer. El lío venía con precedentes, pues tanto ella como la taiwanesa Lin Yu-ting habían sido descalificadas el pasado año en el Mundial de Boxeo por tener cromosomas XY, pero el COI las aceptó y tanto la africana como Lin Yu-ting acabaron ganando la medalla de oro en sus respectivas categorías.
Entre medias, se abrió un debate que, del deporte saltó a la política y a la cultura, y que emergía cada vez que Imane Khelif tenía que afrontar un combate. Presidentes del Gobierno, como el argentino Javier Milei, candidatos como Donald Trump, magnates como Elon Musk, deportistas como el español Emmanuel Reyes Pla y hasta escritoras como la autora de las novelas de Harry Potter, J. R. Rowling, dieron su opinión sobre el que se consideraba el gran escándalo de los Juegos Olímpicos.
Pero, a la conclusión de los mismos, Imane Khelif ha contraatacado. Ha demandado a varias de estas personalidades por "ciberacoso" y ahora será la fiscalía francesa la que deberá decidir si abre una pesquisa por estas acusaciones. Khelif busca "dignidad y justicia" por todo lo que ha sufrido a lo largo de las casi dos semanas de competición.
A eso ha añadido la aparición con una nueva imagen, en la que da un aspecto femenino, con el pelo largo, camisa floreada, pendientes y maquillada sin el hiyab que tradicionalmente usan las mujeres argelinas. Su país y el Comité olímpico Argelino le han apoyado siempre y respaldan todos sus pasos.
A esos une el mensaje con el que Beauty Code ha querido limpiar su imagen.
“Para conseguir su medalla, no tenía tiempo que perder en salones de belleza o de compras. Nunca sintió la necesidad de ajustarse a esos estándares para demostrar su valía. Para mí, es una estrella, una eterna favorita. Desde Hassiba Boulmerka, ícono de mi generación, ninguna deportista ha suscitado tanta polémica como ella, bella como una mujer, radiante como una amazona de las auras.
Al cambiar de aspecto, Imane no pretendía cambiar su apariencia para encajar en los moldes en los que el mundo quiere encerrarnos. Su mensaje es mucho más profundo: el vestido no hace al monje y la apariencia no revela la esencia de una persona. Puedes ser femenina y elegante cuando quieras, pero en el ring no necesitas adornos ni tacones altos. Sólo necesita estrategia, fuerza y contundencia, que es donde reside la esencia de su carácter.
Igual que un bigote no hace a un hombre, los escarabajos también los tienen, los vestidos, las extensiones y el maquillaje no definen a una mujer. No en todos los estadios hay verdaderas atletas, tan apasionadas como Iman Khelif, que es hermosa no sólo porque esté vestida hoy, sino porque sabía lo que era. La italiana nos ha demostrado que incluso los llorones de patio de colegio, los que se inventan mentiras para robarle la comida a otro, pueden encontrarse en el ring".
La puntilla viene con el anuncio de que ha sido condecorada por el presidente de la República, Abdelmadjid Tebboune. "Nací mujer, viví como mujer, competí como mujer, de eso no hay duda. Esto me afectó, me afectó mucho. No puedo describir el miedo que tenía. Pero, gracias a Dios, pude superarlo", afirma. Un mensaje a los que durante todas estas semanas han tratado de hundirla. Aunque eso no quitará que haya nuevas controversias en el futuro.