El Golf es un deporte que requiere de calma, precisión y paciencia, pero esta última la suelen perder los espectadores que intentan seguir alguna competición y no comprenden el vocabulario. Para poder disfrutar bien de estos torneos hay que entender el lenguaje con el que se relaciona cada golpe. Por ello, hay dos conceptos clave, el bogey y el birdie.
Al ganador de los torneos de Golf se le conoce por ser el jugador capaz de haber resuelto todos los hoyos en el menos número de golpes posibles. Para cada hoyo hay un número fijado de golpes en los que se tendría que completar y para saber los resultados de los golfistas se utilizan las expresiones de birdie y de bogey.
El 'par' es el número de golpes establecidos para resolver un hoyo. Se considera que un golfista ha hecho un bogey cuando necesita un golpe sobre la par para introducir la bola, es decir, si un hoyo está fijado en 6 golpes se dice que un golfista ha hecho un bogey cuando lo completa en 7 golpes. De esta manera se pierden opciones de ganar un trofeo, ya que el objetivo es restar golpes a las marcas establecidas.
Peor es cuando se hace el bogey doble, superando en dos golpes el número fijado para resolver esa bandera. Y muy difícil de recuperar es el ' 3 over par', que necesita más de tres golpes sobre lo establecido para completar el hoyo.
A diferencia del bogey, que es negativo, el birdie reconoce el buen rendimiento. Se denomina 'birdie' al golpe bajo par, es decir, cuando se logra el hoyo en un golpe menos del establecido. Por ejemplo, si una bandera está establecida en 6 golpes y el golfista lo consigue en 5 se diría que ha hecho un birdie, que es clave en los torneos para luchar por el título.
Por tanto, la diferencia entre bogey y birdie es clara. El primer término hace referencia a un golpe negativo, en el que no se ha hecho un buen hoyo ya que se ha necesitado más golpes de los establecidos mientras que el birdie es positivo, ya que te ahorras golpes y eso es lo que permite escalar puestos en la clasificación del torneo.
En las competiciones profesionales hay 18 hoyos que resolver y cada uno tiene un par marcado. El objetivo es completar este recorrido con el menor número de golpes posibles, por lo que hay que evitar los bogey y buscar los birdies.