El atleta Álvaro Martín ha conseguido ganar el primer oro del Mundial de Budapest, pasando inmediatamente a la historia. El deportista mostró una gran destreza en la Plaza de los Héroes, convirtiéndose en el tercer marchador de la historia de España en ganar esta medalla en 20km.
El atleta dejó sorprendido a los presentes comenzando con bastante tranquilidad, aguantando bien el ritmo, hasta que de un momento a otro comenzó a realizar una rápida carrera llevándose la mejor marca mundial el año, es decir, 1h17”32’, pasando por delante de Perseus Karlström por tan solo 7 segundos. El brasileño Caio Bonfim llegó al tercer puesto con una marca de 1h17’47.
Con 29 años, el atleta ha conseguido de una vez por todas la medalla que tanto ansiaba después de tanto tiempo dedicándose a este deporte. Su gran objetivo era alcanzar el oro Mundial, algo que después de tanto esfuerzo ha podido alcanzar. La victoria ha sido más que celebrada, sobre todo después de haberse quedado en el cuarto puesto de Tokio 2020, una experiencia buena como deportista pero que también deja un amargo sabor de boca.
Álvaro Martín podrá celebrar de una vez que su título como atleta ha dado un paso más, y ha pasado de ser vigente campeón europeo 2018 y 2022 ha lograr el título del gran campeón mundial.
Llegar hasta aquí no ha sido nada fácil y mucho menos la última prueba disputada, donde tuvo que lidiar con una intensa lluvia que cayó sobre Budapest. De hecho, el mal tiempo obligó a retrasar la jornada inaugural del Mundial durante dos horas. Este suceso ‘fastidió’ un poco al atleta, ya que preparó su cuerpo a conciencia despertándose a las 4:30 de la madrugada para desayunar y activarse con el suficiente tiempo de antelación para tener energía en la carrera.
Con las dos horas de retraso, su cuerpo comenzó a notar la ausencia de comida, por lo que, tuvo que ingerir un par de piezas de fruta durante la tensa espera para afrontar la salida. Sin embargo, esto no afectó en absoluto, ya que todos los corredores se encontraban prácticamente en la misma situación, por lo único que debían preocuparse era por el frío. La lluvia bajó el termómetro hasta los 20 grados, lo que dificultó un poco la carrera a nivel técnico.
Aunque en ocasiones pareció que el oro no iba a ser posible, Álvaro Martín consiguió dejar atrás en la recta final a los dos corredores más fuertes, lo que le llevó a cruzar la meta con los brazos en alto lleno de alegría y mucha emoción.