El ciclismo levanta pasiones y el Tour de Francia más todavía. En la etapa de hoy se ha vuelto a producir un nuevo accidente multitudinario. A veces, se produce de forma accidental y otras intencionadamente. Este domingo, un selfie imprudente ha arruinado, sin duda, la batalla por la victoria de etapa entre Vingegaard, Pogacar y el propio Carlos Rodríguez. A unos 125 kilómetros de la meta, un fanático intentó tomarse una foto mientras pasaba el pelotón y chocó con un corredor del equipo Alpecin, quien fue el primero en caer.
A partir de ese momento, una decena de ciclistas se vieron involucrados en el incidente y también cayeron al suelo. Afortunadamente, los tres primeros de la clasificación general lograron evitar el tumulto de manera milagrosa. Sin embargo, Egan Bernal y Sepp Kuss, uno de los mejores gregarios del líder actual de la carrera, no tuvieron tanta suerte. Desde entonces, el pelotón intentó controlar una fuga múltiple que solo tenía una ventaja de un minuto en ese momento, pero terminaron bajando el ritmo y permitiendo que todos los caídos volvieran a la carrera con normalidad.
La interrupción arruinó las oportunidades de victoria de etapa para el grupo, al menos en principio. El intento de neutralizar la fuga resultó en una pausa prolongada, lo que aumentó la diferencia con el grupo de cabeza a más de ocho minutos en solo unos kilómetros. Alaphilippe y Lutsenko, los líderes de la carrera aprovecharon las circunstancias para apretar el ritmo y evitar ser alcanzados por un grupo perseguidor competitivo y completo.
Así, llegaron a los últimos cien kilómetros con una ventaja de más de treinta segundos sobre un numeroso grupo que incluía a ciclistas destacados que lucharían por la victoria de etapa, como Ion Izagirre, Marc Soler, Omar Fraile, Juanpe López y Mikel Landa, así como otros ciclistas fuertes como Barguil, Guillaume Martin, Woods, Ciccone, Rigoberto Urán y el líder de la clasificación de la montaña, Powless.
Este incidente también afecta las opciones del líder Vingegaard, quien seguramente no contará con Van Aert, uno de sus principales gregarios, en los últimos puertos, ya que se encuentra en la fuga. Queda por ver el estado físico de Sepp Kuss, otro fiel compañero, quien fue uno de los afectados por el imprudente selfie de un fanático. Además, Van Hooydonck fue uno de los más perjudicados. Aun así, la emoción del ciclismo continúa en una de las etapas más destacadas de la carrera, y los principales contendientes podrán luchar por el maillot amarillo, aunque sin la victoria de etapa en juego.