Nada de lo relacionado con el mundo del deporte en Estados Unidos escapa a la suspensión completa de toda actividad que ha forzado la pandemia del coronavirus y ahora le ha llegado el turno al negocio de los casinos y las apuestas.
A partir de este miércoles, la totalidad de los casinos de Estados Unidos estarán cerrados. Ahora las casas de apuestas estadounidenses, que aún ofrecen apuestas en línea, en aquellos estados que las permiten, lo están haciendo con productos que solamente tienen como objetivo mantener la esperanza de mitigar una pérdida significativa de ingresos sin un final cercano a la vista.
BetMGM, 888 Casino, Caesars Entertainment, DraftKings, FanDuel y PointsBet se encuentran entre las compañías que continúan ofreciendo apuestas en línea. Nueve estados encabezados por Indiana, Iowa, New Hampshire, Nueva Jersey, Nevada, Oregón, Pensilvania, Rhode Island y West Virginia, ofrecen apuestas en línea a gran escala. Sin embargo, la acción es mínima.
De hecho, la Asociación del Juego Americana (AGA, por sus siglas en inglés) informó el lunes que 973 casinos en los Estados Unidos ya habían cerrado, y cuando las casi 30 instalaciones de juego en Deadwood (Dakota del Sur) cesen este miércoles sus operaciones, el ciento por ciento de los casinos comerciales de Estados Unidos habrán cerrado.
Según la AGA, un grupo comercial con sede en Washington, DC, que representa a la industria de los casinos de Estados Unidos, los cierres de casinos afectarán a 649.000 trabajadores. Si los cierres duran dos meses, la AGA estima que se perderán 43,5 mil millones en actividad económica generada por los casinos.
Precisamente, la industria de los casinos, junto con la hotelera y el turismo, está buscando ayuda del gobierno federal para que puedan hacer frente a las grandes pérdidas que ya arrastran. El presidente de la AGA, Bill Miller, a través de un comunicado fue categórico al pedirle a las autoridades federales que se tomen muy en serio todo lo que está sucediendo en la industria del juego.
"El gobierno federal debe actuar de manera rápida e integral para que los empleados de la hostelería de Estados Unidos y las pequeñas empresas que los apoyan vuelvan a trabajar", subrayó Miller. El máximo dirigente de la patronal del juego en Estados Unidos recordó que el colectivo al que representaba tenía grandes necesidades económicas que cubrir de forma inmediata.
"Las personas que trabajan en el sector de los juegos de azar, sus familias y las comunidades están siendo los más afectados por este estancamiento económico y continuarán sufriendo si el Congreso y la administración en el gobierno no toman medidas inmediatas", reiteró Miller.
Hace dos semanas, las casas de apuestas legales en 17 estados se estaban preparando para el tradicional "March Madness", el campeonato nacional del baloncesto universitario, que no llegó a disputarse.
Los distintos operadores de apuestas deportivas en Estados Unidos reconocen que están viviendo una situación sin precedentes y sin saber cuál va a ser el siguiente paso que tendrán que dar, al margen de haber tenido que cerrar temporalmente sus negocios, y de tener que ayudar al máximo a los miles de trabajadores que se han quedado sin recibir un salario.
Algunas de las casas de apuestas, con los fondos privados de sus directivos y donaciones, han comenzado a darle algún tipo de ayuda a los trabajadores hasta que se reanuden los deportes en Estados y vuelva la actividad al multimillonario negocio de las apuestas, que el coronavirus también ha puesto en cuarentena por primera en su historia.