TENIS BAUTISTA

Roberto Bautista ingresó en la élite y tomó el testigo de Ferrer en 2019

Roberto Bautista ingresó en la élite y tomó el testigo de Ferrer en 2019
Roberto Bautista ingresó en la élite y tomó el testigo de Ferrer en 2019
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

El año 2019 no pasará como uno más en la carrera de Roberto Bautista, ya que el tenista castellonense acabó la temporada por primera vez entre los diez mejores del mundo -el noveno- y tomó el testigo de David Ferrer en el momento de la despedida del alicantino.

Además, puso la guinda al año con la consecución de su primera Copa Davis, en la que tuvo junto a Rafa Nadal un papel decisivo en el equipo español.


En el año que ahora acaba dijo adiós David Ferrer, quien junto a Juan Carlos Ferrero, son los grandes referentes del tenis valenciano, y del que ha tomado el testigo un Bautista, que ha firmado a los 31 años la mejor temporada de su carrera.


Arrancó a lo grande el 2019 con una victoria en Doha, donde se llevó el trofeo del Halcón de Oro al que le había echado el ojo unas semanas antes en casa de David Ferrer (ganador del torneo en 2015). Allí fue capaz de eliminar en semifinales al entonces número uno mundial, Novak Djokovic, y batir en la final a Tomas Berdych.


A pesar de su gran año, el de Doha sería junto a la Copa Davis, el único trofeo que levantaría el pupilo de Pepe Vendrell y Tomás Carbonell, si bien su gran regularidad le llevó al top ten tras ganar 42 de los 64 partidos disputados.


Su gran actuación en el torneo catarí se vio refrendada en el primer Grand Slam de la temporada, cuando alcanzó los cuartos de final en el Abierto de Australia tras superar a tenistas de la talla de Andy Murray, Karen Kachanov o Marin Cilic. Su piedra en el camino fue el griego Stefanos Tsitsipas, quien le derrotó en cuatro sets.


En la gira americana, tras el varapalo que supuso caer en su primer partido en Indian Wells, Bautista recuperó en Miami su mejor versión, donde por segunda vez en la temporada derrotó a Djokovic. En esta ocasión fue en los octavos de final, si bien en cuartos caería frente al estadounidense John Isner.


La temporada de tierra batida no fue especialmente brillante, con su mejor resultado las semifinales del ATP250 de Munich. En Madrid cayó en primera ronda en un emotivo choque con David Ferrer, que a la postre significó el último triunfo como profesional del tenista de Jávea. En Roland Garros, Bautista cayó en tercera ronda frente a Fabio Fognini.


Mejor arrancó el periplo sobre hierba. Tras alcanzar los cuartos de final en Halle, donde cayó en un disputado partido ante Roger Federer, en Wimbledon alcanzó sorprendentemente las semifinales, lo que le obligó a retrasar su despedida de soltero planificada en Ibiza, ya que no contaba con llegar tan lejos en el torneo.


Su rival fue Djokovic, el defensor del torneo. Sus dos anteriores victorias en la temporada sobre el serbio hicieron soñar a Bautista con alcanzar la final pero Nole impidió su tercera derrota consecutiva ante el castellonense.


En los dos ATP 1.000 previos al Abierto de Estados Unidos, alcanzó los cuartos de final tanto en Toronto como en Cincinnati. Luego, en el Grand Slam neoyorquino, no pasó de la primera ronda, tras caer de manera sorprendente ante Mikhail Kukushkin.


La ausencia de buenos resultados en la gira asiática, donde tuvo algunos problemas físicos, y en el último ATP 1.000 de París le impidieron participar en la Copa de Maestros, aunque viajó a Londres como primer suplente.


Sin embargo la 'nueva' Copa Davis permitiría a Roberto borrar ese sinsabor al ganar su primera ensaladera en un torneo marcado por el fallecimiento de su padre, lo que le obligó a abandonar al equipo, pero al que regresó para ayudar a España, debilitada tras su marcha y las lesiones de Pablo Carreño y Marcel Granollers.


Pese a todo, Bautista jugó el primer partido de la final ante Canadá y dio a España el primer punto ante Felix Auger-Aliassime, lo que encarriló un título que certificaría a continuación Rafa Nadal.


Precisamente el número uno mundial, con una gran emoción, señaló que a pesar de sus ocho triunfos en el torneo la persona que había sido vital era él. "Lo que ha hecho es algo casi inhumano, es un ejemplo para el resto de mi vida", concluyó.


Sergio Morro