Numerosos aficionados se dieron cita en el Quai du Mont-Blanc, el céntrico paseo a orillas del lago Léman, donde en una pista callejera acondicionada para la ocasión las máximas glorias tenísticas de Suiza y Suecia, elegantemente vestidas, intercambiaron varios golpes de raqueta, informó la agencia local ATS.
El acto sirvió para lanzar oficialmente la tercera edición de la Copa Laver, que se disputará en la ciudad ginebrina del 20 al 22 de septiembre, y en él miembros de un grupo ecologista intentaron hacer llegar a Federer una carta de protesta contra uno de los patrocinadores del jugador y del torneo, Credit Suisse, aunque no se les permitió "por motivos de seguridad", señaló ATS. Los activistas critican al gigante bancario suizo por su participación en negocios de energías fósiles en zonas de frágil equilibrio ecológico en Norteamérica y el Ártico.
El español Rafael Nadal confirmó a finales del pasado año su presencia en la Copa Laver 2019, que Europa ha ganado en sus dos ediciones anteriores al Resto del Mundo, cuyo equipo ha estado siempre capitaneado por el estadounidense John McEnroe. Federer ha jugado en las dos ediciones anteriores del torneo (jugadas en Praga y en Chicago), mientras que Nadal sólo participó en el torneo de 2017.
En 2019 la Copa Laver se jugará en unas instalaciones acondicionadas para la ocasión en el pabellón PALEXPO, con capacidad para 17.000 espectadores, y sobre una pista de color negro, algo poco habitual en este deporte.