Roger Federer respeta al máximo a
Stan Wawrinka, su rival en el duelo fratricida en las semifinales del
Abierto de Australia, porque valora cómo su compatriota se ha esforzado en mejorar "transformando su tenis, su juego de pies y su mentalidad".
"Jugábamos desde que éramos jóvenes, y eso es una ventaja. No me importan mucho los enfrentamientos en general porque creo que cada día es un partido diferente", dijo
Federer recordando el inicio de ambos.
"Al principio, él lo pasaba mal en las pistas rápidas. Podías ver que su juego de pies, y en la forma en la que restaba no se encontraba cómodo", explicó. "Por eso es increíble para mí ver que su primer título de
Grand Slam fue el
Abierto de Australia. Si alguien me hubiera preguntado hubiera dicho que ganaría primero
Roland Garros, porque se mueve muy bien en tierra, es su base, está en su ADN", comentó.
"Creo que lo ha hecho increíblemente bien en otras superficies, incluía la hierba. Le súper respeto porque ha sido capaz de transformar su tenis, su juego de pies y su mente, y también su estrategia. Siempre ha creído que podía hacerlo, y eso demuestra lo lejos que puede llegar", dijo sobre su rival en la penúltima ronda.
Recordó
Federer que incluso él le dio consejos a
Stan en su momento para ser mejor jugador, y que también los recibió de él. "Solíamos hablar con naturalidad en
Copa Davis, estábamos en el mismo equipo y entonces puedes hablar sobre los rivales. Pero quizás yo le haya aconsejado un 95 por ciento de las veces", comentó.
"Creo que ahora que estoy en semifinales, sintiendo lo bien que estoy y jugando tan bien como lo estoy haciendo, es una gran sorpresa para mí", reflexionó desde su perspectiva.
"Si alguien me hubiera dicho que llegaría a las semifinales contra
Stan, nunca lo hubiera creído. Por Stan sí, pero no por mí", añadió. "Unos días atrás, ni siquiera sabía que estaba en mi parte del cuadro. Me di cuenta porque vi que jugaba los mismos días que yo. Pero nunca miré hasta cuartos porque era muy irreal para mí", explicó el de
Basilea, que admitió que a sus 35 años tendrá que reducir sensiblemente el número de torneos anuales.
"Probablemente nunca podré volver a jugar 27 torneos al año. Lo sabemos todos. Pero quizás en vez de jugar 22, juegue 18, o en vez de 20, 17", dijo. "Eso sucederá, siempre necesitas el balance correcto. Siempre digo que cuanto más entrenamiento, y más partidos, más tiempo libre. Cuando te haces más mayor, todo se hace diferente", razonó.