Estadio Deportivo3 min lecturaSevilla, 3 may (EFE).- La plantilla del Sevilla empezó a preparar este martes la visita del domingo al campo del Villarreal y, después de dos de paréntesis por la pandemia de coronavirus, recuperó la tradición de tener un almuerzo de confraternización entre dirigentes, técnicos y jugadores en el Real de la Feria de Abril.
Tras el 1-1 del viernes en casa contra el Cádiz y una sesión de recuperación al día siguiente, el entrenador Julen Lopetegui dio dos días de descanso a sus jugadores, que este martes volvieron al trabajo para comenzar la puesta a punto del partido de Villarreal, en el que los sevillistas buscarán acercarse al objetivo de meterse en la Liga de Campeones.
El Sevilla es tercero en LaLiga Santander con 64 puntos, a dos del Barcelona (segundo) y con tres y seis de ventaja sobre el Atlético de Madrid (cuarto) y el Betis (quinto), y para el choque en el Estadio de la Cerámica (domingo, 16.15 horas) recuperará al delantero Rafa Mir, que no jugó frente al Cádiz por estar sancionado.
El técnico guipuzcoano sigue sin poder contar por lesión con el medio brasileño Fernando Reges y el central neerlandés Karim Rekik, con dolencias de larga duración.
También fueron bajas en el último encuentro ante el Cádiz el delantero francés Anthony Martial, que sufrió un problema muscular hace tres jornadas contra el Real Madrid, y el extremo Suso Fernández, aún sin la forma física adecuada tras una larga lesión.
Lopetegui, a su llegada a la caseta de la Peña Sevillista Macarena acompañado por su esposa, ataviada con el típico traje de gitana, declaró a los medios del club que "el equipo está con la ilusión y las ganas de afrontar los partidos de uno en uno, ahora toca el Villarreal", y destacó que tienen "una oportunidad magnífica para cerrar la temporada de forma extraordinaria, con ilusión y ganas de recuperar a algunos futbolistas más".
Recalcó que también afrontan esta recta final, en la que se medirán además con el Mallorca en casa, el Atlético fuera y el Athletic Club de nuevo como local, "con responsabilidad, porque todos los equipos se están jugando algo" y el Sevilla no es "una excepción".
El entrenador vasco reconoció que "cada partido se afronta con la ambición de ganar y cuando no lo haces, es una decepción", en referencia al empate contra el Cádiz en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
"El camino lo tenemos que hacer nosotros y que vayan 1.000 sevillistas a Villarreal te dice que hay ilusión y ganas. Trabajaremos para que tengan un bonito viaje de vuelta. Hoy hemos venido (a la tradicional comida en la Feria) a hacer equipo y coger impulso para afrontar una buena semana de trabajo", subrayó.