El Valencia CF afronta las dos semanas que restan hasta el cierre contable de temporada el próximo 30 de junio con la necesidad de obtener más de treinta millones de euros netos por la venta de jugadores para no aumentar las pérdidas que ya tiene previstas y verse penalizado en el 'fair play' financiero, que estipula el dinero que cada entidad puede dedicar a su plantilla.
El pasado mes de noviembre, el club presentó sus cuentas para este ejercicio y lo hizo con una previsión de 36 millones de euros de pérdidas, siempre que ingresara 37,7 millones de euros netos por venta de jugadores.
Esos números pueden variar algo ahora tras las diversas operaciones que ha realizado el club desde entonces. En el mercado de invierno llegaron cedidos jugadores como Bryan Gil o Ilaix Moriba y compró a Eray Cömert. Además, en mayo, la entidad ha hecho efectiva también la compra de Hugo Duro aunque falta por ver en qué ejercicio se apunta ese gasto.
En el capítulo de salidas, en la ventana invernal destacó la venta de Daniel Wass por algo menos de tres millones de euros y el ahorro que supuso su ficha, pero también las de Cristiano Piccini, Cristian Rivero, Jason Remeseiro, Álex Blanco y Manu Vallejo, que también salieron del equipo.
Esta situación hizo que el ex técnico del Valencia, José Bordalás, asegurara antes de salir del club que la entidad le había transmitido la necesidad de vender jugadores por 60 o 70 millones, para cuadrar las cuentas una vez descontado el dinero que podía quedar por amortizar.
En cambio, su sustituto, Gennaro Gattuso, afirmó en su presentación que el máximo accionista del club, Peter Lim, no le había transmitido la necesidad de vender y que si salían jugadores sería para que no marcharan libres ante su cercano fin de contrato.
El técnico italiano se mostró consciente de que Gonçalo Guedes, que acaba contrato en 2024, Carlos Soler y José Luis Gayà, que lo hacen en 2023, pueden dejar el equipo. También jugadores como Mouctar Diakhaby o Jasper Cillessen, que acaban contrato en 2024 han dejado la puerta abierta, bien a renovar sus contratos o bien a ser traspasados.
Sean los que sean y con cierto margen en el calendario, porque podría cerrar alguna operación en los primeros días de julio, el club de Mestalla afronta obligado a vender estos últimos días de junio.
EFE