El cambio en los últimos años de la
UD Almería ha sido de vértigo. El conjunto rojiblanco deambulaba por
LaLiga Smartbank después de descender hace siete años de manera dramática en la última jornada del campeonato. Los proyectos de
Alfonso García se quedaron muy cortos para luchar por el regreso a la máxima categoría del fútbol español. De hecho, siempre estuvo más presente el miedo por el descenso a la extinta
Segunda División 'B', que evitó en varias ocasiones en la última jornada.
Podría haber cambiado el destino del Almería bastante si la pelotita no hubiera entrado en Lugo, cuando se miró más cerca que nunca al precipicio. Después llegaría una temporada con calma en la que incluso se llegó a rozar en ocasiones el playoff de ascenso, algo que finalmente le sería esquivo al equipo de
Fran Fernández por aquel entonces.
Fue precisamente al final de esa temporada, en ese mismo verano,
cuando Alfonso García vendió el club al por entonces desconocido Turki Al-Sheikh. El ministro saudí llegaba a Almería engalanado con la rojiblanca, toda una declaración de intenciones por su parte, para intentar ganarse a su nueva afición.
La llegada de Turki supuso una revolución absoluta en la ciudad y, cómo no, en la propia UD Almería. En un mes de mercado de fichajes, se renovó toda la plantilla para dar un salto de calidad
en busca del ascenso a LaLiga Santander, conseguido finalmente esta temporada recién acabada. Incluso
organizó un festival en la ciudad de forma gratuita e intentó enganchar a más aficionados
sorteando coches al final de los partidos del Almería.
El intento de cambiar el escudo del Almería dio la vuelta a España
Lo que todo podía parecer una maravilla, en un momento pudo torcerse de alguna manera para los aficionados. En los días posteriores a la compra del Almería y toda su deuda, aparecía una sorprendente encuesta en las redes sociales de la UD Almería.
Se planeaba el cambio de identidad total del conjunto unionista, incluso cambiando su denominación.
El rojiblanco pasaría a la historia y se introducirían otros colores como el amarillo. Además,
la figura del león tomaba un aspecto esencial, puesto que formaría parte del escudo y sería la mascota del equipo. Esto último es algo que sí ha sucedido y se ha asentado y normalizado dentro de la afición. El cambio del escudo fue rechazado ampliamente por el grueso de la hinchada, puesto que desaparecía uno de los principales distintivos de la actual insignia rojiblanca: el
indalo.
Esto se vio reflejado en la encuesta que publicó el club en Twitter, siendo ampliamente rechazada esta nueva imagen del club almeriense. Sin embargo, el Almería tuvo que borrar la encuesta debido a que desde varios foros se orquestó un voto masivo al cambio de escudo en cuanto esta publicación alcanzó relevancia nacional. Fue el propio Turki el que zanjó el tema, cuando declaró en su cuenta personal que
no iba a realizar ningún cambio porque el escudo actual le gustaba y respetaba el sentir del aficionado.
En ese momento el Almería estuvo muy cerca de 'marcarse' un Valladolid. El conjunto blanquivioleta ha presentado hoy su nuevo escudo, que ha recibido numerosas críticas por parte de los seguidores pucelanos. Eso sí, la gran diferencia entre este cambio de imagen y el intento de hacerlo del Almería, es que
el nuevo logo del Pucela está inspirado en los primeros emblemas del club vallisoletano. Una vuelta atrás pero con las tendencias minimalistas actuales.
Mario Gómez4 min lectura