, líder en solitario de Segunda división, afrontará una exigente reválida en Gran Canaria ante Las Palmas, que llega al partido reforzado por su victoria en el derbi ante el Tenerife y con la intención de volver a meterse en puestos de promoción de ascenso.
Rubi afrontaba este partido clave con ocho bajas en su plantilla. A las ya conocidas de Makaridze, Villar, Sousa, Lazo, Carriço y Sadiq, se les ha sumado la baja de Puigmal, que no ha podido llegar recuperado a este encuentro, y la de
Portillo por dar positivo en covid. Las bajas eran especialmente sensibles en la zona ofensiva, donde ha tenido que tirar de
Ramazani para ocupar la posición de delantero centro, escoltado por Appiah y Pozo, que avanza su posición a la del extremo. Eso sí, el técnico catalán recuperaba tras más de dos meses a su centro del campo titular después de la lesión de Lucas Robertone precisamente frente al conjunto canarión en la primera vuelta.
El partido comenzó con un tanteo por parte de ambos conjuntos. El Almería esperó al conjunto local, que tuvo las primeras tímidas llegadas al área rival.
Las transiciones rápidas iban a ser el mayor arma ofensiva del equipo indálico debido a la gran velocidad que atesoraban sus tres puntales. Las Palmas encontró en su mejor baza las jugadas a balón parado donde siempre lograban terminar las acciones con un disparo a puerta.
Con forme fueron pasando los minutos, el equipo de
Pepe Mel fue haciéndose cada vez más con el control del partido. Empezaba a dominar de forma insultante la posesión del cuero y Las Palmas se sentía muy cómoda practicando su fútbol de posesión y combinativo en su feudo. Precisamente en el peor momento del Almería, una falta botada desde la frontal llegaba a la cabeza de Babic que remató a las manos de Raúl Fernández.
Fue despertando el Almería en el partido gracias a los contragolpes fulminantes del equipo de Rubi. Ramazani y Appiah tuvieron en sus botas estrenar el marcador, pero un error con la pelota de ambos imposibilitó abrir la lata. Justo tras esa acción, Akieme sirvió un pase al hueco a Ramazani que terminó en un disparo de Samu Costa desde la media luna, repelido por Raúl Navas. Se reclamó también
penalti en el área canariona por
un posible empujón de Ale Díez sobre Appiah, pero ni Gálvez Rascón ni el VAR vieron nada punible.
Y en el mejor momento del Almería, después de que Ramazani perdonara una clarísima ocasión solo en el mano a mano ante Raúl Fernández,
Jonathan Viera anotó el primer gol del partido en un error generalizado de la defensa rojiblanca.
Nada más comenzar la segunda parte, una gran cabalgada de Álex Pozo que luchó una pelota perdida habilitó a Arvin Appiah para que el inglés fusilara la portería de Raúl Fernández desde fuera del área con un zurdazo imparable. Las Palmas empezó a cometer errores y a perder los nervios, lo que hizo que el colegiado les mostrara varias tarjetas amarillas a los locales.
Ale Díez casi regaló una pelota en el área pequeña a Pozo, que no esperaba el grotesco error del lateral derecho canario.
El partido empezó a ponerse feo. El juego empezó a ser más
intenso y las patadas empezaron a subir el nivel, especialmente por parte de los de Pepe Mel, que no encajaron de buena manera el perder la ventaja que cosecharon en el primer acto. Empezaron a verse rostros cansados sobre el verde y Las Palmas movió ficha con la entrada de
Peñaranda y
Benito.
Rubi no quiso quedarse atrás y relevó a Appiah por
Centelles. El inglés mostraba signos de cansancio importantes y la entrada de
Benito por su banda estaba causando estragos. Se situaba Akieme de extremo y no tardó en llegar la primera ocasión por su costado: Centelles corrió la banda izquierda y consiguió filtrar un balón a
Akieme en el área. El ahora extremo rojiblanco utilizó el recurso de la puntera para intentar sorprender a un Raúl Fernández que demostró unos reflejos impresionantes.
Antes del final del partido, ambos conjuntos tuvieron dos claras ocasiones. Una por parte de Hernani para Las Palmas, tras una jugada de malabarista. Por parte del Almería,
Curro Sánchez, recién entrado al campo, tuvo en sus botas un disparo franco en el área rival después de un genial taconazo de Pozo, pero el de La Palma del Condado se durmió y le robaron la cartera en el último segundo.
El Almería se lleva un punto en uno de los campos más difíciles de Segunda División. Un punto que sabe a gloria teniendo en cuenta la plaga de bajas que sufrían los indálicos ante un rival directo. Eso sí, se vuelve a dejar puntos con respecto a sus perseguidores a instancias de lo que haga el Eibar, que debe jugar su partido este lunes frente al Oviedo. A partir de ahora, diez días de parón para preparar la visita a Lugo para recuperar el partido aplazado desde el mes de diciembre.
Mario Gómez6 min lectura