Un gol de Vinicius cuando el partido agonizaba evitó que el Madrid se fuera de vacío, otra vez, del Alfredo di Stéfano. La Real, con las ideas muy claras, aprovechó una de las pocas opciones que tuvo a la contra y aguantó las acometidas de un buen Madrid para, al menos, llevarse un punto a San Sebastián que le asienta en la quinta plaza. Los blancos llegarán con dudas a un derbi en el que se jugarán todas sus opciones ligueras y, casi, la temporada.
Zidane sorprendía de inicio y volvía a contar con Isco después de su buen partido en Bérgamo. Eso llevó a la suplencia a un Vinicius que no dio su mejor nivel. Mariano regresaba al once para ejercer de '9' frente a una Real que suele complicarle la vida mucho a su rival de hoy y que ya el pasado año Isak se convirtió en una pesadilla en el coliseo blanco.
De salida se vio un ritmo muy alto, con ambos equipos tratando de robar el balón en campo contrario y de imponer su juego, lo que deparó un exceso de pases y una primera llegada realista, en la que Monreal caería en el área blanca sin que el colegiado apreciase algo punible. El jugador tampoco protestó.
Diez minutos duró ese toma y daca antes de que el Madrid empezase a tener un poco más el balón, aunque sin encontrar la portería de Remiro. Al contrario, era la Real a la contra la que daba más sensación de peligro.
Dos avisos, en los que no supo elegir la mejor opción, dio la Real antes de que el Madrid contara con su primera ocasión (18'). Fue un pase interior sobre Isco, que el malagueño supo resolver con una cesión atrás sobre Modric, quien en posición franca trató de colocar el balón. La defensa realista, en última instancia, logró evitar el gol.
Si la primera fue clara, la siguiente estuvo a un punto de desequilibrar el encuentro. Fue una entrada por banda de Lucas Vázquez, que llegó hasta línea de fondo y puso un centro al segundo palo, en el que Mariano entraba solo. El hispano-dominicano remató de cabeza, pero Gorosabel le molestó lo suficiente para el balón acabara en el larguero. La jugada no concluyó ahí, pues el rechace lo cogió Asensio. Su disparo acabaría golpeando en la defensa y yendo el balón a córner.
El acoso siguió con un remate de Varane, en ese saque de esquina, que Remiro sacó con apuros. Y un doble disparo, en los tres minutos siguientes, de Casemiro, que se le fueron por poco. Eran los mejores momentos de un Madrid que parecía lanzado.
La Real supo salir de esos cinco minutos de agobio, pero no recuperó el balon ni fue con tanta alegría en ataque como había ido en los primeros minutos. El Madrid, poco a poco, iba metiendo a su rival en su campo, con mucho toque aunque sin profundidad. Esperando un hueco. Éste llegó a los 34 minutos, cuando Isco dejó, otra vez, de cara a la entrada de un centrocampista, en este caso Kroos; y el alemán superó por velocidad a la defensa realista, que sólo en el último instante logró evitar el disparo del germano, mano a mano con Remiro.
Aún contaría con otra el Real Madrid antes del descanso. Modric se fabricó espacio al borde del área y logró disparar a portería con potencia, pero el tiro le salió muy centrado y Remiro logró despejar la pelota.
Tras el descanso, la Real empezó metiendo miedo. Aunque más por un error en el despeje de Courtois que porque ellos hubieran creado algo. A la salida de un córner, el meta belga no despejó bien un balón, creyó que le iban a pitar falta y concedió un disparo en el área pequeña que se fue por poco.
No acabó ahí el acoso donostiarra, que no quería vivir la situación de encierro que había experimentado en el tramo final de la primera parte. Su presión funcionaba y al Madrid no le duraba el balón más de tres pases.
A diferencia del Real Madrid, los donostiarras supieron aprovechar su oportunidad y su momento de gloria. Fue tras un error en el pase de Lucas Vázquez, que dejó la banda derecha libre para echar una mano en el centro y por ahí entró Monreal con facilidad, centró al segundo palo y Portu, con un remate de cabeza perfecto (55'), colocó el balón en la escuadra. El 0-1 era el premio a unos diez minutos perfectos.
Apretados por la derrota, Kroos respondía dos minutos después con un disparo desde el borde del área que le salió muy cerca de la cruceta. Y Zidane, en el 61' cambiaba la tripleta ofensiva para dar frescura a su ataque.
Ya todo se vivió en una sola dirección. La siguiente ocasión llegó en la cabeza de Casemiro (64'), quien, como en Valladolid, erró un remate de cabeza cuando lo más fácil era meterla dentro de la portería. Hugo Duro logró conectar otro cabezazo (68') en un momento en el que el acoso blanco con balones aéreos era continuo.
Aún tuvo otra aún más clara Casemiro, que ganó la espalda la defensa, en posición dudosa, y su remate, completamente solo salió desviado.
Así se llebaga al último cuarto de hora, con un Madrid atacando sin descanso y una Real que, hasta ese momento, sólo sufría en los balones que los blancos lograban colgar sobre Casemiro.
A la desesperada, ante una Real muy cerrada, entre Valverde y Rodrygo se fabricaron una nueva oportunidad, que finalizó el brasileño con un disparo desviado.
Pero tanto llegaba el cántaro a la fuente y tan encerrada estaba la Real que, al primer error que llegara, lo lamentaría. No llegó con un balón por alto, sino con un pase atrás de Lucas Vázquez que encontró la entrada de Vinicius. El brasileño, en el área pequeña, no tuvo piedad. Era el 89 y el punto valía oro para un Madrid que aún intentó la remontada con balones al área. Sin premio.
Ficha técnica:
Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Varane, Nacho, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric (Valverde 76'); Asensio (Rodrygo 61'), Mariano (Hugo Duro 61') e Isco (Vinicius 61').
Real Sociedad: Remiro; Gorosabel (Sagnan 82'), Zubeldia, Le Normand, Monreal; Guevara, Zubimendi; Portu (Barrenetxea 70'), David Silva (Aihen 85'), Oyarzabal; Isak (Carlos Fernández 82').
Goles: 0-1 (55') Portu;
1-1 (89') Vinicius.
Árbitro: Gil Manzano (extremeño). Amonestó a Gorosabel.